Xalapa, Ver.- La Iglesia Católica a través de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (Cáritas Mexicana) puso en marcha el proyecto jesuita Redes Vecinales de Solidaridad (Reves), sistema de comunicación grupal que permitirá atender solidariamente a los más vulnerables durante la contingencia sanitaria que se vive por el Covid-19
La Arquidiócesis de Xalapa, a través de su comunicado dominical, dio a conocer este proyecto que inició el pasado 2 de abril tiene por objetivo la colaboración de busca vecinos, paisanos o colonos.
“Generalmente, los vecinos ubican a las personas vulnerables que viven cerca de su hogar o a los conocidos que están desempleados. Hay personas que han perdido sus trabajos o ya no pueden llevar a cabo sus oficios y servicios en la comunidad”, se expone en el documento emitido por el vocero de la Arquidiócesis, José Manuel Suazo Reyes.
El sacerdote indicó que algunas personas se han adaptado con creatividad en otro oficio, pero a algunos se les ha dificultado, “hay personas que dependen de lo que hacían cada día para sobrevivir, otros que tienen padecimientos y alguna incapacidad”.
El proyecto busca socializar la caridad expresada en la solidaridad en estos tiempos de contingencia.
“En algunos casos, el aislamiento físico está afectando los estados emocionales de las personas, no faltan ocasiones donde empieza a aflorar la agresividad y la violencia familiar, empieza a existir dificultades en la comunicación y la tolerancia; en muchos casos, los ingresos familiares se están viendo afectados, de ahí la necesidad de crear mecanismos de solidaridad de unos con otros”, manifestó.
Para poder aplicarse, el proyecto puede organizarse a nivel vecinal, sectorial y municipal, a fin de atender de alguna manera la salud de los vecinos y las necesidades de alimentación y abasto de medicamentos urgentes, así como información de utilidad.
Con el apoyo de las plataformas digitales la gente se ha agrupado para apoyarse y estar en comunicación y en el caso de las parroquias o los decanatos también existen varias estructuras eclesiales que serán de gran ayuda para echar adelante este proyecto solidario.
“Una cosa muy buena es que la red ayuda a ubicar a las familias con antecedentes de violencia doméstica, para ofrecerles redes de comunicación afectiva y cuidado a fin de prevenir situaciones de irritabilidad o agresividad. La bondad de esta red es que fortalece la solidaridad entre vecinos y favorece la comunicación con las autoridades civiles y religiosas para actuar de forma coordinada”, dijo.
Asimismo, la red permitirá monitorear la situación de las vecinas y vecinos más vulnerables, como son: adultos mayores, quienes presentan alguna enfermedad crónica, los que tienen alguna incapacidad o los que han perdido su empleo y ahora están más necesitados.
La red facilitará, además, la distribución solidaria de posibles ayudas que se están haciendo llegar a través de Cáritas diocesana, las Cáritas parroquiales o la pastoral social de las comunidades eclesiales, gracias a la generosidad de algunos bienhechores
La red fomentaría la comunicación vecinal para avivar la esperanza necesaria en estos tiempos de crisis, así como la información actualizada para las redes de oración.
“Esta iniciativa es un hermoso signo de solidaridad y de humanidad que será como un bálsamo que podrá llevar un poco de alivio a quien enfrenta situaciones de indigencia; no podemos ser indiferentes y encerrarnos en nuestra comodidad, debemos dejar siempre abierta una ventana para escuchar las voces de quienes tocan a nuestra puerta para pedirnos ayuda”, agregó.