Jóvenes indígenas quieren estudiar, pero faltan maestros en su escuela

Telesecundaria carece de docentes desde hace casi dos años; alumnos caminan hasta una hora para llegar a la escuela

Cynthia Sánchez

  · lunes 22 de octubre de 2018

Foto: Eduardo Murillo

SOLEDAD ATZOMPA, Ver.- En lo alto de la sierra una pequeña comunidad indígena nahua es el último poblado de Veracruz, Tepaxapa. Allí hay 126 adolescentes que, pese a sus condiciones de marginación, quieren estudiar, pero no tienen maestros.

Los jóvenes estudian en la escuela telesecundaria “José María Morelos y Pavón”, y a dos meses de haber iniciado el nuevo ciclo escolar les faltan cuatro maestros para cubrir los grupos de primero a tercer año. Son sólo dos docentes los que se ocupan de los tres grados.

Doroteo Montes Gutiérrez, agente municipal, indicó que junto a padres de familia viajaron a Xalapa para presentar una vez más su petición de docentes a la Secretaría de Educación de Veracruz.

“Se comprometieron a que el 21 de octubre ya nos iban a mandar los docentes que nos faltan, y pues les pedimos a las autoridades que cumplan porque los muchachos ya no pueden seguir así”, indicó.

La telesecundaria da servicio a nueve localidades de tres municipios: Soledad Atzompa, Atlahuilco y Xoxocotla. Muchos de los estudiantes caminan hasta una hora para llegar a su escuela a las 8 de la mañana, en medio del frío de la serranía, por veredas a falta de caminos o después de haber ayudado a sus padres en alguna faena del campo. Pero al llegar se encuentran con diversas carencias que limitan sus ganas de aprender y aspirar a más.

“Nosotros sabemos que la educación es la base principal para salir adelante, por eso no es posible que nos sigan faltando estos maestros, no sabemos a qué se debe que no los mandan, si es porque estamos muy retirados y los caminos están sólidos o por la inseguridad”, agregó Montes Gutiérrez.

Explicó que son ya cinco las marchas que padres de familia han organizado en Ciudad Mendoza, todas ellas de forma pacífica, pues el problema de la falta de maestros se viene arrastrando desde hace casi dos años; empezó por una baja y poco a poco la situación fue empeorando.

Por su parte el presidente de la Asociación de Padres de Familia (APF), Alberto Gutiérrez Carrillo, indicó que ellos están preocupados por el atraso que llevan los alumnos, pues saben que no han podido ver ni todos los contenidos ni todas las materias que deberían.

“Pensamos que de seguir así los muchachos no podrán aprender todo lo necesario en el ciclo, pues ya de por sí sabemos que están retrasados en su educación; queremos que la autoridad nos escuche y cumpla su palabra. Somos el último poblado de Veracruz y no sabemos si es porque somos los más lejanos o somos indígenas que no nos resuelven”, indicó Gutiérrez Carrillo.

Los padres indicaron que si para este lunes no reciben los maestros que requieren, los padres de familia están dispuestos a tomar otras medidas de presión.

“Lo padres de familia están cansados de que no se resuelva la situación, porque de forma pacífica no nos han escuchado; ellos están dispuestos a hacer una marcha en Orizaba o tomar otras medidas, pero esto no es porque nosotros queramos, sino que ya están cansados de que no les hagan caso”, señaló Bartolo Gutiérrez Flores, vocal de la APF.

OTRAS CARENCIAS

La escuela se encuentra enclavada en un pequeño claro de un cerro, en el que se ubica el Telebachillerato; debido a las constantes lluvias y los últimos sismos, la estructura del Teba presenta grietas y el cerro ha comenzado a desgajarse, por lo que la Telesecundaria se encuentra en peligro de ser sepultada por un alud de tierra, por tanto piden un muro de contención que los proteja.

Además de ello el plantel requiere barda perimetral, domo para la cancha de usos múltiples, equipo de cómputo y la pavimentación de la entrada de la escuela, pues los alumnos entran por un camino “que ni a terracería llega”, señaló el presidente de la APF.

El plantel es sustentado por la aportación de los padres, sin embargo la situación económica de la comunidad no permite suplir necesidades en infraestructura o mobiliario, por lo que piden ser considerados en algún programa estatal o federal para mejorar las condiciones de la escuela.