De los 4.9 millones de estudiantes en universidad que hay en México, el 60 por ciento trabajará en profesiones u oficios que todavía no existen, lo cual significa uno de los mayores retos de las universidades, declara el doctor en ciencias antropológicas Javier Melgoza Valdivia.
El investigador señala la urgencia de replantear cuáles son las herramientas que se les tienen que dar a quienes se insertarán en un mercado laboral en ciernes, pospandemia.
En el primer foro educativo “Universidad y sociedad. Los grandes desafíos de América Latina”, expuso que en el país son 4.13 millones de estudiantes de licenciatura y 700 mil de posgrado, además de que en este último, dos de cada tres son mujeres, lo que resulta revelador para lo que está por venir.
El también sociólogo y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana-Ixtapala ahondó en los mercados de trabajo que, opina, no pueden verse ya sin tomar en cuenta la tecnología, la pandemia, la educación universitaria, la diversidad sexogenérica, los feminismos y la equidad.
En las escuelas de educación superior debe crecer el compromiso con sus egresados y no concluir la relación con la entrega de un título, sino analizar el mercado laboral para formar profesionales con una mayor adaptabilidad, dijo en su intervención en la actividad coordinada por la Universidad Veracruzana.
El ponente convocó a generar condiciones para que los estudiantes tengan prácticas, estructuras curriculares flexibles y se fortalezcan las habilidades sociales, trabajo en equipo, negociación, toma de decisiones, liderazgo, comunicación verbal y no verbal, pues es lo que actualmente toman en cuenta los empleadores.
Puntualizó que al año egresan 252 mil hombres y mujeres, un cuarto de millón de egresados que se suma la población que no viene de espacios universitarios y también busca empleo, en un contexto de pospandemia y contracción económica.
El panorama laboral, ahondó, es de trabajo precario, en sentido de remuneraciones, prestaciones y protección laboral, además de que no hay presencia sindical y cada vez más se debe tener mayor disponibilidad de horario.
Al describir la relación entre la formación universitaria y los mercados laborales actuales sostuvo que es compleja porque la educación universitaria en México carece de sistema universitario y no hay un mercado sino conveniencia de mercado, por segmento y sector.
Explicó que en países como Alemania hay criterio unificador, pero en México hay escuela pública, privada, abierta, escolarizada, cuatrimestral, semestral, etc., por lo cual los retos actuales necesitan respuestas particulares.
A partir de datos de la Encuesta Nacional de Egresados, considera que se debe avanzar en lograr escuelas que no sean de tiempo completo pues 53 por ciento consiguieron empleo mientras estaban estudiando.
“Tenemos que pensar en una población estudiantil variada y atender sus necesidades y su día a día. Tenemos que crear políticas universitarias de acompañamiento”, indicó en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información.
