10 pesos cuesta el rollo de flor.
San Pablo Coapan, Naolinco, Ver.- Los campos de la localidad de San Pablo Coapan, del municipio de Naolinco, se visten de naranja con su flor de cempasúchil; los lugareños están de fiesta en estos días en que los mexicanos reciben con ofrendas a sus muertos.
Productores de flor aseguran que aunque este año su cosecha se vio afectada por la temporada de lluvia, esperan vender lo que logren cortar.
Joel Perea Zabaleta, campesino, explicó que estos días son los de mayor venta para ellos, pues muchas familias buscan la flor de muerto para los altares.
Por ello han empezado el corte junto con su familia de los tres cuartos de hectárea de tierra donde sembraron y todos participan de ello: "entre 10 personas cortamos la florecita aproximadamente en tres días".
La flor es acomodada en rollos para que sus clientes, provenientes principalmente de Xalapa y Puebla, los recojan. Don Joel vende el rollo en 10 pesos, lo que considera es muy mal pagado, aunque dado que venden en grandes cantidades, el beneficio es mayor.
"Está muy mal pagado, pero ya qué le hacemos, de algo tenemos que sacar los gastos. Acá todos somos familia y cada año hacemos esto para sacar el panecito. A veces nos va mejor porque el tiempo es más seco y ahora ha estado lluvioso y hemos tenido pérdidas", lamentó.
Incluso refirió que en un cuarto del terreno que sembró, la flor se echó a perder por lo que no podrá ser comercializada. "Ahorita nos quedan dos días para vender la que salió buena, si no, ya ahí se queda", dijo.
Don Joel asegura que en esa comunidad son contadas las personas que cosechan flor de muerto, puesto que no cualquiera quiere arriesgarse ante las inclemencias del tiempo, y que no siempre es fácil venderla, dado que en algunas zonas de Puebla puede comprarse a mejor precio.
Laura Alba llegó a una de los campos de flor a comprar unos rollos para su altar. Asegura que cada año acude a ese lugar a comprar, pues la encuentra más fresca y puede disfrutar del hermoso paisaje naranja.
Consideró que las familias deberían seguir conservando la tradición de esperar a los difuntos y enseñarle a los niños el significado que tiene para los mexicanos.
"Yo apenas voy a poner mi altar y permanece hasta el 3 de noviembre que nos comemos las cosas. Yo creo que se está perdiendo un poco la tradición pero ya queda en las personas inculcársela a sus descendientes, debemos motivar, ahora con la película de Coco, los niños se han interesado más y los ha motivado a que se interesen por la tradición", dijo.