Los investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) Jorge Manzo Denes y Darío Fabián Hernández González coinciden en que más allá de la polémica que pudiera generar la eliminación del requisito de edad máxima de 65 años para la persona que esté al frente de la Rectoría y se abra así la puerta a la reelección del actual titular, es necesario debatir a fondo otros temas.
Previo a la presentación de la versión final del Anteproyecto de Ley Orgánica de la UV, programada para este viernes 22 de marzo para discusión y posible aprobación por parte del Consejo Universitario General (CUG), puntualizan que este instrumento es más que la reforma al Artículo 37.
Con información surgida en conversaciones con abogados, el científico Jorge Manzo explica que delimitar la edad para algún cargo es discriminatorio, y la Ley Orgánica de la UV no puede estar por encima de la Constitución.
En el mismo tema, el economista Darío Fabián expresa lo siguiente: “La edad de un rector debe ser secundaria a los problemas estructurales que no solo está padeciendo la UV sino la educación superior en el estado y el país”.
Al ahondar en el Artículo 37, Jorge Manzo opina que en la designación de la persona titular de la Rectoría y la posibilidad de tener un segundo periodo de cuatro años no se marca el seguimiento de la gestión, algo que observa como fundamental.
Opina que la adecuación sería que el titular de la rectoría tenga posibilidad de una reelección siempre y cuando su gestión anterior sea avalada por la comunidad universitaria, porque así como se presenta en la actualidad, prácticamente la reelección es en automático, como ha sido en la historia de la autonomía de la UV.
“En lo personal, esa parte sí preocupa. Hay que discutir que en la reelección haya un análisis profundo de cómo fue el desempeño de los primeros cuatro años del rector que desee reelegirse”.
Señala además la importancia de puntualizar qué es gestión universitaria, cuánto tiempo se ha realizado y cuáles son los criterios para considerar si fue apropiada, lo anterior lo enfatiza al tratarse de un requisito para ser aspirante a la Rectoría o un puesto como secretario.
Comparte que él sí hizo comentarios para el Anteproyecto pero no fueron tomados en cuenta. Entre ellos, que la máxima autoridad de la UV es el CUG , cuando en el Anteproyecto se continúa dando demasiado poder a la Junta de Gobierno y da la impresión de que esta tiene el mismo nivel o incluso un nivel por arriba del Consejo.
“Eso no puede ser posible. La Junta de Gobierno hace su propio reglamento, define quiénes son sus propios integrantes, en fin…, varias cosas que hace sin ser totalmente transparente ante la comunidad universitaria”.
Se pronuncia por la modificación de artículos y fracciones correspondientes a la Junta de Gobierno para que siga siendo el CUG la máxima autoridad de la UV y que la Junta responda con transparencia al Consejo.
Sobre este mismo Artículo, Darío Fabián Hernández, miembro del Instituto de Economía y Sociedad de la UV, se refirió al proceso de aspirantes a la Rectoría.
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Cree que sería un avance importante democratizar un poco más y que fuera el CUG quien propusiera la terna y la Junta de Gobierno fuera quien eligiera al próximo rector o rectora, a reserva de que cada representante hubiera hecho una votación local en su facultad, instituto o unidad interna de adscripción con sus representados.
Así, “se podría ver a quién se propone y democratizar un poco más el proceso sin que se volviera político. Tal vez sería deseable que fungiera un árbitro externo, que diera certidumbre y democratización a estos procesos”, manifiesta.
Temas de fondo
El economista apunta que sí hay consenso en que la Ley Orgánica se debe actualizar pero el tema de fondo es más allá de la propia Ley: “No se está debatiendo y nos estamos quedando en la superficie del problema”.
Anota que la Ley Orgánica, con 28 años de antigüedad, es una de las leyes rectoras no solo de la Universidad sino de la educación superior en el estado de Veracruz, por tanto, es de suma relevancia su actualización.
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Manifiesta que así como es relevante también lo es la actualización de la modalidad educativa, de modelos y formas, pues ya no se están atendiendo las necesidades educativas del presente.
“La inteligencia artificial, los desarrollos científicos y tecnológicos, la nueva maquinaria y equipos que han llegado al mercado y a la sociedad han hecho que la Universidad esté rezagada en las plataformas, en la tecnología y la ciencia. Ese debería ser el debate más profundo: la ciencia, la tecnología y los modelos educativos para esta nueva época”, expresa.
“Otro tema que debería atender la UV, en unidad, concordia y en paz, es el tema de la disminución en la demanda, pues por primera vez, en 2023 disminuyó el número de aspirantes para ingresar”, indica.
La demanda de los egresados, añade, también ha bajado porque el mercado laboral está muy competido y la Universidad debe ofrecer los mejores egresados para poder ingresar al mercado laboral y mejorar al país.
“Eso es lo que más se debería debatir. Más allá del Artículo 37, debemos mostrar unidad, paz y concordia, y tener una propuesta de unidad, mejora, innovación y calidad educativa a nivel estatal que atañe a la Universidad, a tecnológicos y demás instituciones de educación superior públicas y privadas”, subraya.
Piensa además que se debería debatir sobre cómo mejorar los sistemas y la producción, la atención a la ciudadanía y la cobertura médica, pues las universidades como la veracruzana y otras privadas ofrecen salud pero no cuentan con hospitales universitarios. Reitera que la Ley Orgánica se debe actualizar pero el tema de fondo va más allá de la propia Ley.
