Mientras escribíamos sobre la fundación de este matutino y nuestra relación con él, en la ciudad se escenificaba un drama, “ad hoc”, para usarse como ejemplo de la pérdida de valores en la sociedad actual.
Cómo es posible que una nieta que ha estudiado Pedagogía y su hijo se atreva (literalmente hablando) a robarle la casa a su abuela, una ancianita de 87 años, dasalojándola con ayuda de la autoridad, sabiendo que no tiene adónde ir, además de que la construyó haciendo un esfuerzo.
Acto que ha provocado la indignación de quienes nos hemos enterado y que, como nosotros, de momento, no sabemos cómo ayudarla.
Por fortuna se presentó un abogado que cuenta con los elementos necesarios y se ofreció para ayudar a la viejecita, hoy conocida como la abuelita de Xalapa nombre que han utilizado muchas personas para dar a entender que están de su parte.
Nosotros por nuestra formación y profesión nos atrevemos a decir que la nieta, pese a su profesión, pasó por la escuela, pero la escuela no pasó por ella. Forma empleada para dar a entender que no obtuvo formación alguna.
Máxime que pedagogía es la ciencia que se encarga de enseñar bien a los jóvenes para que, a su vez, puedan enseñar a las nuevas generaciones.
Como ayuda nosotros ofrecemos poner a su disposición este espacio, para informar del estado que guarde el proceso del caso a ver si se puede evitar que esos desalmados no tengan el éxito que desean conseguir al fundar una escuela, en esa casa, una vez que saquen a doña Luz. Lo que de todo corazón, deseamos no suceda.
Tanto por ayudar a doña luz como evitar que algunos jóvenes sean perjudicados con una escuela “patito”. No porque no tenga su número de registro y autorización, sino porque quien pretende estar al frente, no les podrá enseñar nada bueno. Ya que, esa persona no aprendió la máxima de Juárez: “El respeto al derecho ajeno, es la paz”.
Ahora bien, lo último que sabemos es que doña Luz, al ver la actitud de sus vecinos el 24 de septiembre cuando se presentó un grupo de policías a efectuar el desalojo, indicado en una orden judicial, se opusieron firmemente y después fueron a la plaza Lerdo para solicitar la ayuda del señor gobernador y a partir de ahí, ha recibido la visita de personas del Instituto Veracruzano de la Mujer de parte de Yolanda Olivares Pérez. Así como de la diputada local Cinthya Lobato Calderón y del área de trabajo social de la Fiscalía General del Estado.
Antes dos personas, una de Poza Rica y otra de la ciudad, le han ofrecido su casa.
Con mucha razón se le ha oído expresar: “Todos: amigos, conocidos y desconocidos, no quieren que me desalojen”.
De igual forma nosotros esperamos que todo se resuelva favorablemente. ¡Salud!
