/ jueves 1 de noviembre de 2018

El maltrato contra los animales en Veracruz

La transición veracruzana

Una buena noticia para los defensores de los derechos de los animales surgió desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El Poder Judicial federal avaló la disposición veracruzana que prohíbe la celebración de peleas de gallos, de tal manera que no prosperaron los recursos de las asociaciones de galleros, que pretendían que los magistrados determinaran que esas prácticas no encierran maltrato o sufrimiento animal.

Los galleros veracruzanos promovieron un amparo contra la Ley de Protección de los Animales para el Estado de Veracruz, pero el Poder Judicial estimó que una práctica que implica el maltrato a los animales de ninguna manera puede considerarse como una expresión cultural.

Esa determinación de la Suprema Corte es, decía, una buena noticia para ambientalistas y defensores de los derechos de los animales.

Es un avance en la lucha contra el maltrato a los animales, que comenzó hace años con la prohibición de diversas expresiones que representan sufrimiento animal, como el uso de fauna en circos, por ejemplo.

A diferencia de años anteriores, hoy las leyes veracruzanas castigan a quienes hagan sufrir o maltraten a los animales; un caso: el pasado 16 de octubre, la Fiscalía General del Estado de Veracruz vinculó a proceso a un sujeto de Tierra Blanca por maltrato y crueldad contra un perro; en términos generales, ese tipo de comunicados es relativamente frecuente en dicha dependencia de procuración de justicia.

Recordamos también que en el marco de las Fiestas Patrias de 2014, una tienda de autoservicio de Boca del Río, Walmart, fue sorprendida cuando desarrollaba en sus instalaciones una pelea de gallos, a pesar de la prohibición municipal.

Con el pretexto de la celebración de la Independencia, la tienda instaló un redondel para ese lamentable evento. Pareciera un tema menor, sobre todo en ese caso porque según la tienda no colocó navajas a los animales; sin embargo, fue una expresión de barbarie, además de una violación a los reglamentos municipales y un acto de fomento a la violencia en un espacio al que acuden familias enteras, con niños de todas las edades.

A diferencia de años anteriores, las leyes veracruzanas son ahora mucho más estrictas, al igual que el intento de la Fiscalía por cumplirlas.

Es claro que en la lucha contra el maltrato a los animales hay avances incuestionables; sin embargo, faltan temas que los ambientalistas y activistas han puesto sobre la mesa en reiteradas ocasiones: uno de ellos es el sufrimiento que provocan en algunos centros de matanza a los animales que son llevados al sacrificio. Otro pendiente son los llamados vehículos con tracción a sangre o tracción animal que todavía circulan en algunos puntos de la entidad veracruzana.

A pesar de esos y otros asuntos, como la tauromaquia por ejemplo, que representan una mancha para la entidad en la defensa de los animales, la confirmación de la prohibición de las peleas de gallos no deja de ser una buena noticia.

La transición veracruzana

Resulta curioso, por decir lo menos, pero prácticamente todo lo que se observa en el presente proceso de entrega recepción se vivió, guardadas las proporciones y con algunas diferencias importantes, en 2016.

Las fotografías que ilustran la toma de la Legislatura son muy parecidas a las de la invasión de presidentes municipales panistas y perredistas a la Casa Veracruz y a Palacio de Gobierno. La diferencia es que quienes hoy critican la toma de la sede del Legislativo, antes aplaudían la misma medida contra los inmuebles del Ejecutivo.

En el pasado, los panistas intentaban impedir a toda costa los dictámenes que consideraban parte del saqueo; ahora los diputados de Morena hacen lo propio.

En 2016 se criticaba los nombramientos en la Fiscalía y en el Sistema Anticorrupción, lo mismo que hoy.

Los carniceros de 2016 se convierten en las reses de 2018; y lo más probable es que los tablajeros de hoy serán los sacrificados de 2024. @luisromero85

La transición veracruzana

Una buena noticia para los defensores de los derechos de los animales surgió desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El Poder Judicial federal avaló la disposición veracruzana que prohíbe la celebración de peleas de gallos, de tal manera que no prosperaron los recursos de las asociaciones de galleros, que pretendían que los magistrados determinaran que esas prácticas no encierran maltrato o sufrimiento animal.

Los galleros veracruzanos promovieron un amparo contra la Ley de Protección de los Animales para el Estado de Veracruz, pero el Poder Judicial estimó que una práctica que implica el maltrato a los animales de ninguna manera puede considerarse como una expresión cultural.

Esa determinación de la Suprema Corte es, decía, una buena noticia para ambientalistas y defensores de los derechos de los animales.

Es un avance en la lucha contra el maltrato a los animales, que comenzó hace años con la prohibición de diversas expresiones que representan sufrimiento animal, como el uso de fauna en circos, por ejemplo.

A diferencia de años anteriores, hoy las leyes veracruzanas castigan a quienes hagan sufrir o maltraten a los animales; un caso: el pasado 16 de octubre, la Fiscalía General del Estado de Veracruz vinculó a proceso a un sujeto de Tierra Blanca por maltrato y crueldad contra un perro; en términos generales, ese tipo de comunicados es relativamente frecuente en dicha dependencia de procuración de justicia.

Recordamos también que en el marco de las Fiestas Patrias de 2014, una tienda de autoservicio de Boca del Río, Walmart, fue sorprendida cuando desarrollaba en sus instalaciones una pelea de gallos, a pesar de la prohibición municipal.

Con el pretexto de la celebración de la Independencia, la tienda instaló un redondel para ese lamentable evento. Pareciera un tema menor, sobre todo en ese caso porque según la tienda no colocó navajas a los animales; sin embargo, fue una expresión de barbarie, además de una violación a los reglamentos municipales y un acto de fomento a la violencia en un espacio al que acuden familias enteras, con niños de todas las edades.

A diferencia de años anteriores, las leyes veracruzanas son ahora mucho más estrictas, al igual que el intento de la Fiscalía por cumplirlas.

Es claro que en la lucha contra el maltrato a los animales hay avances incuestionables; sin embargo, faltan temas que los ambientalistas y activistas han puesto sobre la mesa en reiteradas ocasiones: uno de ellos es el sufrimiento que provocan en algunos centros de matanza a los animales que son llevados al sacrificio. Otro pendiente son los llamados vehículos con tracción a sangre o tracción animal que todavía circulan en algunos puntos de la entidad veracruzana.

A pesar de esos y otros asuntos, como la tauromaquia por ejemplo, que representan una mancha para la entidad en la defensa de los animales, la confirmación de la prohibición de las peleas de gallos no deja de ser una buena noticia.

La transición veracruzana

Resulta curioso, por decir lo menos, pero prácticamente todo lo que se observa en el presente proceso de entrega recepción se vivió, guardadas las proporciones y con algunas diferencias importantes, en 2016.

Las fotografías que ilustran la toma de la Legislatura son muy parecidas a las de la invasión de presidentes municipales panistas y perredistas a la Casa Veracruz y a Palacio de Gobierno. La diferencia es que quienes hoy critican la toma de la sede del Legislativo, antes aplaudían la misma medida contra los inmuebles del Ejecutivo.

En el pasado, los panistas intentaban impedir a toda costa los dictámenes que consideraban parte del saqueo; ahora los diputados de Morena hacen lo propio.

En 2016 se criticaba los nombramientos en la Fiscalía y en el Sistema Anticorrupción, lo mismo que hoy.

Los carniceros de 2016 se convierten en las reses de 2018; y lo más probable es que los tablajeros de hoy serán los sacrificados de 2024. @luisromero85