A través del tiempo, del espacio, de las lunas y los amaneceres, entre despertares y quehaceres, ondulo mis banderas, proyecto mis ilusiones; las fuentes del ayer gritan desde los parques boscosos de la ciudad.
Las aves vuelan en silencio, las flores sonríen cuando la gente pasa, y nuestros sueños se entrelazan en remolinos que van subiendo al eterno cielo nocturnal. No he pedido amores, algunos se han entregado, otros se han marchado en el silencio de los tiempos, o en las excusas de los pretextos; los gatos en los tejados y terrazas son fisgones, algunos ya no oyen, han envejecido, y observan la luna al quererla alcanzar, como para arañarla, como para darle más sentido a sus siete vidas.
Futuro, presente y pasado, tres cambios envueltos o enmascarados, soñadores de la vida, o afligidos por tormentas interiores, qué importa, qué en verdad importa, importa el ahora, y lo ya derruido es como un nido perdido del cual sólo se añora el calor de los recuerdos latentes en nuestros sentidos; es como el abrazo cuando éramos niños, y las niñas brincoteaban en los parques, jugamos como poseídos hasta caer dormidos, y de repente despertamos en un milagro deseado, "somos adultos, somos libres, y volando en algarabía nos convertimos en Quetzales de la selva".
Vivir es sentir, palpitar, jugar, pensar, reír, llorar, volverse a levantar, volver a intentar ir tras nuestros sueños, ideales, proyectos e ilusiones. He abrazado mis fantasmas, seguro voy en que están pendientes de mí, y muchas generaciones atrás me gritan por mi nombre, son mis antepasados y los cuales también soñaron con un futuro, y "yo soy su futuro", y nuestro tiempo del mañana se condensa en el ahora, siendo el presente la vida, el dolor o la gloria, sin ambages, sin charlatanerías, es sólo el ahora nuestro amante permanente, el cual nos sube a sus alas aun no queriendo nosotros, para qué tanto miedo, odio o rencor, no sirven de nada ante el amanecer promisorio de nuestras ilusiones, sueños y encantos.
Con este poema de mi autoría deseo poner alegría en sus corazones, sabiendo que en nuestra calidad de seres humanos, también somos seres espirituales, sentimentales, que tenemos alegrías, retos, silencios cómplices y contradictorios, gritos y risotadas que hacen de nuestra vida una estrella fugaz y a la vez permanente y presente, siempre presente en los latidos de los corazones, en el vibrar de todos nuestros amores; amemos la vida, el estar aquí, el tener la oportunidad de vivir en el hoy y en el ahora.
Una encuesta llamó mi atención, la pregunta era ¿Quiénes de nosotros somos capaces de pedir ayuda? Y el resultado es abrumador con un 97% que nos creemos autosuficientes, buscando otras vías de resolución a nuestras problemáticas e incluso dudas, y otros aspectos, quizá somos demasiado desconfiados, o en su caso la neurosis social ha venido creciendo en una proporción bárbara.
Hago pausa, hoy debemos ir a votar, cumpliendo con nuestra obligación cívica, patriótica, institucional en un amplio sentido, hace casi seis años elegimos un nuevo gobierno de izquierda en México, entonces ése era el momento de llegar al futuro. Hoy hemos llegado casi al final de otro sexenio gubernamental, ¿te gusta tú presente? ¿Te agrada éste futuro que hemos alcanzado? O acaso el futuro nos alcanzó y nos ha rebasado, eres libre de votar por quien tú quieras, de abrazar el presente que ya es futuro; sólo hazlo.
Me despido, y les deseo un domingo donde la paz prevalezca.