El 8 de marzo, conocido como el "Día Internacional de la Mujer", tiene su raíz en un trágico evento: el fatídico incendio que cobró la vida de 129 mujeres en una fábrica de Cotton, en Nueva York. Estas mujeres, tras iniciar una huelga, exigían condiciones laborales dignas e igualitarias a las de sus pares masculinos. Este suceso marcó un hito en la lucha por la igualdad salarial y condiciones de trabajo justas.
Desde entonces, diversas causas se han sumado a esta conmemoración. En 1910, en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Dinamarca, se decidió institucionalizar el Día Internacional de la Mujer, abriendo camino a demandas políticas como el derecho al voto y a ocupar cargos públicos, así como al derecho al trabajo y a la no discriminación laboral.
Estos esfuerzos resonaron en todo el mundo, incluida Rusia, donde en 1917, durante la caída de la monarquía rusa, un gran número de mujeres se unió en huelga exigiendo mejores condiciones de vida, lo que finalmente condujo al reconocimiento del derecho al voto femenino.
A lo largo de los años, el 8 de marzo ha cobrado mayor relevancia internacional y fue refrendado en 1975 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Este reconocimiento ha permitido a los países miembros de la ONU no solo conmemorar este día, sino también materializar los frutos de esta persistente lucha.
En el contexto mexicano, cada 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, ahora no solo reclamando igualdad laboral, sino exigiendo condiciones que garanticen una igualdad sustantiva.
Además, esta fecha es de relevancia significativa para diversos colectivos y movimientos feministas que demandan a las autoridades la implementación de políticas públicas que erradiquen la violencia feminicida y garanticen la seguridad y el desarrollo pleno de las mujeres.
Estas manifestaciones han propiciado diálogos y la apertura de espacios donde las mujeres continúan luchando por un México más justo. Un ejemplo reciente es la aprobación, el pasado 27 de febrero en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, del dictamen que declara el 9 de marzo como "Día Nacional Sin Nosotras".
Este dictamen, aprobado por 370 votos, reconoce la importancia de visibilizar el papel de las mujeres en la sociedad y la urgencia de combatir la violencia sistémica y la desigualdad que enfrentamos. El movimiento "Un Día Sin Mujeres", surgido en 2017 a nivel internacional y ampliamente destacado en 2020 en México, busca resaltar la contribución femenina en todos los ámbitos.
Es fundamental comprender que un día sin mujeres implica la paralización del 40% de la fuerza laboral en México, subrayando así nuestra importancia en el ámbito laboral y social.
El Congreso de la Unión ha demostrado con esta acción la relevancia de la mujer en todos los espacios y la necesidad de crear condiciones que garanticen no solo la igualdad sustantiva, sino también un entorno libre de violencia.
Por tanto, este pronunciamiento busca reforzar la importancia del 9 de marzo como "Día Nacional Sin Nosotras" y promover la reflexión sobre los avances en materia de igualdad sustantiva y prevención de la violencia feminicida en Veracruz.
Como legisladora y desde el Congreso del Estado de Veracruz, hemos dado voz a múltiples demandas y hemos impulsado una agenda legislativa feminista. El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, no es solo una fecha simbólica en el calendario. Más allá de ser un día de conmemoración, representa un llamado a la acción para fortalecer la legislación contra la violencia de género y avanzar hacia un mundo más justo y equitativo para todas y todos.
*Diputada local. MC
