Xalapa, Ver.- Ana Iris Nolasco, actriz, escritora y directora de teatro xalapeña, siempre se sintió atraída hacia lo mexicano, lo que le llevó a rescatar el Ballet Folklórico de México en París en 1975. Es, asimismo, la “madre” del canal 4+, el de Tabasco y el de Pachuca, Hidalgo. Recuerda que fue en 1979 cuando la invitaron a hacer la producción del canal de Veracruz, de manera que cambió el cine de arte, revolucionario, independiente y de denuncia que venía haciendo bajo la dirección de directores como Arturo Ripstein (El lugar sin límites), Rafael Corkidi (Deseos), Gustavo Alatriste (En la cuerda del hambre), Carlos Castañón (El mago), entre otras.
Fue el 6 de enero de 1980 cuando se inauguró el canal, cuyos primeros programas surgieron de su creatividad. Éste fue realizado como una opción a lo que ofrecía Televisa. La primera parte, recuerda, fue muy bonita, ya que los programas estaban hechos por la comunidad xalapeña con la participación de las escuelas y la Universidad Veracruzana. “Todo mundo le echó muchas ganas”, tantas que la Unesco se interesó en lo que se estaba haciendo en Xalapa.
En 1981, tras la llegada de Agustín Acosta Lagunes, quien pensaba que para “entretener al pueblo estaba Televisa”, Ana Iris lo dejó para irse a crear el canal de Pachuca, Hidalgo, y posteriormente fue llamada a Tabasco para hacer lo propio.
Mi ciudad es Xalapa, sostiene Ana Iris, por lo que regresó luego de trabajar en Canadá, Puerto Rico y Francia, donde realizó la Maestría en Teatro y donde participó en dos películas. En París rescató el Ballet Folklórico de México al encontrar que en la Casa de México en París había vestuario y muchos elementos que le permitieron hacerlo.
Con éste participaron en infinidad de programas debido a que allá coincidió con Sergio Pitol, quien era el Agregado Cultural y Carlos Fuentes el embajador. Ahí estuvo cuatro años y medio y luego de su regreso a México, el Ballet siguió dando funciones algunos años más. Egresada de la licenciatura de Teatro de la Escuela Nacional de Arte Teatral y Literatura, la maestra Nolasco se abocó a hacer teatro campesino, el cual le parece eficaz como instrumento educativo, pues tiene la capacidad de modificar conductas al proveer a los espectadores de herramientas para mejorar su vida. “El teatro me sirvió para ver que hay mucha gente que necesita ayuda”, dijo.
A la fecha ha escrito tres obras de teatro y tiene en proceso una más. En El Conejo, municipio de Perote, presentó “Entre zorimbos te veas”, “La señora luna sigue caminando”, que se estrenó en Casa del Lago de la UV.