Prendas precolombinas como los quesquémitl, los huipiles y las tilmas, así como dechados e indumentaria tradicional representativa de las distintas entidades del país conforman la exposición México bordado en la piel, actualmente a la vista del público en el Centro Recreativo Xalapeño.
La colección, propiedad de René Ramírez, es equiparable a un encuentro con elementos que dan identidad al pueblo mexicano y que permiten conocer la cosmovisión de las comunidades, que con hilos multicolores plasman en sus trajes creencias y saberes compartidos de generación en generación.
Quien visite el CRX hallará dechados con diferentes diseños y puntadas proveniente de Puebla, que se utilizaban como muestrarios para los distintos artículos de vestir; al continuar el recorrido, admirará los bordados otomíes de Hidalgo, famosos en todo el mundo por su colorido y por crear lienzos que semejan paisajes, de los cuales sobresalen aves, conejos y flores.
Trajes que son usados a diario y otros para danzas o celebraciones especiales dan a quien los contempla una idea de lo importante que son los usos y costumbres, pues mientras en Guerrero se decantan por los bordados antiguos con chaquira, en Oaxaca se puede apreciar bordado con punto de satín, en tanto Chiapas se erige como uno de los pueblos con mayor evolución, pues ha alcanzado niveles extraordinarios de vistosidad y colorido.
ARTE TEXTIL
Entre los trajes completos que más llaman la atención están el mazahua, del Estado de México, cuyo diseño está en riesgo de desaparecer; el ceremonial de Colima, que en honor a la Virgen de Guadalupe es bordada esta imagen con el denominado punto de piquete; la indumentaria tzotzil de los novios de Zinacatán, Chiapas, la cual incluye tejidos que recuerdan el arte plumario; la de totonaco antiguo, con tejido brocado, paradigma del arte textil indígena, y la de Hidalgo, con bordados en finas puntadas lomillo, diseños de árboles de la vida y grecas de estilizadas flores de ocho pétales, aves y estrellas.
Sobre esta muestra de arte textil, René Ramírez declara que “la población indígena actual nos recuerda la persistencia de un modo de vida y de organización de las sociedades prehispánicas que caracterizó a la sociedad Mesoamericana”.
Precisa que aunque con el paso del tiempo han adoptado elementos culturales ajenos, también han transmitidos en sus propias comunidades, o fuera de ellas, el apego a sus tradiciones.
El coleccionista declara que “la indumentaria indígena actual ocupa un lugar fundamental en la diferenciación de cada etnia, ya que está elaborada tan de distinta manera que es posible reconocer al grupo indígena al que pertenece una personas sólo por el atuendo que porta”.
El maestro considera que la colección destaca por ser la evidencia más visible de la destreza y sensibilidad artística de sus creadores. Apunta que es un tributo a los hombres y mujeres que con su trabajo mueven a la contemplación y la admiración.
*México bordado en la piel únicamente estará en exhibición hasta el próximo 18 de mayo, de lunes a viernes, de 10 a 16 horas, en Xalapeños Ilustres esquina Insurgentes. La entrada es libre.