Carlos Miguel Prieto, el destacado director mexicano y la Orquesta de las Américas (The Orchestra of the Americas, por su designación en inglés) visitan este jueves el Foro Boca para ofrecer a las 20 horas una audición, misma que se incluye en la gira denominada “México Crescendo” y que también ha tomado en cuenta a la ciudad veracruzana de Orizaba.
El programa completo consta de Hominum de la mexicana Gabriela Ortiz, Noches en los jardines de España de Manuel de Falla y Cuadros de una exposición del ruso Modest Músorgski con orquestación de Maurice Ravel. En la obra de Falla, el solista será Carter Johnson, joven pianista canadiense ganador de los dos concursos más importantes en su país.
¿Qué es la Orquesta de las Américas?
Fundada en 2002 por iniciativa de un grupo de promotores inspirados en el trabajo creativo de maestros como Jorge Peña Hen (Chile), Ana Milena Muñoz Gómez (Colombia), Óscar Arias (Costa Rica) y José Antonio Abreu (Venezuela), la Orquesta de las Américas conjunta a jóvenes músicos de todo el continente de entre 18 y 30 años de edad, procedentes de más de 25 países. Su asesor artístico es Plácido Domingo y el director musical es Carlos Miguel Prieto, con una intensa gestión del venezolano Gustavo Dudamel como codirector entre 2003 y 2010.
A partir de su primera gira, la organización ha realizado infinidad de conciertos en 35 países de todo el mundo, transmitidos por radio y televisión. Se calcula que sus audiciones han alcanzado a más de 15 millones de escuchas y ha lanzado al mercado internacional grabaciones con solistas importantes. En 2015 le fue concedido un premio Grammy para “El mejor álbum clásico”.
Entre los directores que han actuado como invitados se cuentan Lorin Maazel, Valery Gergiev, Kent Nagano, Leonard Slatkin, Helmuth Rilling, Isaac Karabtchevsky y José Serebrier, entre muchos otros, con un listado de solistas que incluye los nombres de Yo-Yo Ma, Joshua Bell, Sarah Chang, Vadim Repin, Julian Rachlin, Nelson Freire, Alisa Weilerstein, Ingrid Fliter, James Ehnes, Gabriela Montero, Paquito D’Rivera, Antonio Meneses y el Mariachi Vargas de Tecalitlán, por citar sólo algunos.
El cuerpo de asistentes cuenta con personalidades que laboran para organizaciones como la Metropolitan Opera Orchestra y orquestas de San Francisco, Chicago, Nueva York, Montreal, Toronto, Boston, Cleveland, Estocolmo, Ámsterdam, Bruselas y muchas más.
Sus compositores en residencia han sido Philip Glass, Juan Orrego-Salas, Tan Dun, Arturo Márquez, Arvo Pärt, Gabriela Montero, Krzysztof Penderecki y Gabriela Ortiz. Se le considera unánimemente como una de las organizaciones orquestales mayormente competitivas del orbe y muchos de sus exintegrantes han regresado a sus países de origen para fundar organizaciones artísticas tendientes a la transformación social y el desarrollo comunitario.
Las obras del programa
Gabriela Ortiz es una de las personalidades más importantes en el contexto de la música nacional, depositaria de numerosos premios y distinciones, con dos nominaciones para los premios Grammy. Hominum fue su primera partitura para gran orquesta y su preestreno se dio en Nueva York, con la Orquesta de la Juilliard School dirigida por Carlos Miguel Prieto.
En México se interpretó por vez primera en septiembre de 2017 con la Sinfónica Nacional dirigida por el mismo Carlos Miguel. Hominum (voz en latín que significa “hombres”) surgió “de una especie de sinestesia en la que colores, imágenes y estados anímicos adquirieron significación con relación a aspectos sociales, filosóficos y políticos de la condición humana”.
Cada uno de sus cuatro fragmentos alude a la necesidad de asociar la música con la vida en sociedad, en una personal forma de ilustrar la problemática en la construcción de la convivencia en colectivo.
Por lo que respecta a Noches en los jardines de España de Manuel de Falla (1876-1946) fue estrenada en el teatro Real de Madrid en abril de 1916, con José Cubiles como solista y la orquesta dirigida por Enrique Fernández Arbós. Inicialmente llevó el título de Nocturnos, fue dedicada al pianista Ricardo Viñes y desde su primera audición recibió una intensa y favorable acogida por parte de la crítica.
Cuadros de una exposición tuvo su origen en una partitura para piano escrita hacia 1875 por Modest Músorgski (1839-1881). El arquitecto y pintor Viktor Hartmann falleció en 1873 a los 39 años, y al poco tiempo se realizó una exposición con su obra pictórica en los salones de la Sociedad de Arquitectos de San Petersburgo. El compositor visitó la exposición y profundamente conmovido decidió escribir la obra para piano inspirada en los trabajos de su amigo.
La suite inicia con un Paseo (“Promenade”) que, con desgarbado compás, nos indica el paso del músico de una sala a otra, y de un cuadro al siguiente. Este paseo se repite en diversos momentos de la suite, algunas veces con un espíritu propio, otras como complemento descriptivo del cuadro correspondiente, y como emotivo Finale.
Ante la tremenda dificultad que presentaba para los pianistas, aunado al hecho de que la versión original semeja la reducción para piano de una obra sinfónica, en 1922 el director Serguei Kusevitzki encargó al compositor francés Maurice Ravel la orquestación que se ha hecho tremendamente popular.
15 millones de escuchas han gozado de esta organización musical que ha lanzado al mercado internacional grabaciones con solistas importantes.
