Más de cuatro mil discos de acetato, laca, casetes y cedés, testimonios de la evolución de los medios de reproducción musical desde finales del siglo XIX hasta el siglo XXI, conforman un patrimonio musical de los veracruzanos del que poco se sabe.
En el municipio de Huatusco, en la recién inaugurada Casa Museo Guillermo Landa, hay una fonoteca con clásicos, óperas francesas e italianas, música regional, tradicional, valses y de artistas como The Beatles, Abba y Jimi Hendrix. Recientemente, entre discos, libros y una vitrola, el historiador de arte Alfonso Colorado Hernández dictó una conferencia para hablar de este que llama “tesoro musical”.
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Explicó que el valor radica en que no es una colección sino una fonoteca, “un producto personal” que permite saber más del extinto veracruzano Guillermo Landa, pues dependiendo de sus viajes, descubrimientos y etapa de vida, es lo que fue adquiriendo para luego donarlo al pueblo.
“Hay un sistema cultural encarnado en Guillermo Landa (1935-2020) que pasó a sus libros pero también a su fonoteca”, expresó acerca de quien fuera poeta, melómano y diplomático, y quien legó al estado de Veracruz su chalet y todo lo que hay en él.
¿Cómo era Guillermo Landa?
“Guillermo Landa –apuntó- era una persona muy atenta a lo que sucedía en su entorno, lo cual se corrobora con la gran diversidad de música que escuchaba y los libros que leía”.
Al hacer un recuento del acervo, explicó que la gran mayoría es de música clásica, y se puede hablar de un porcentaje importante que corresponde al canon, “conjunto de obras clásicas, indispensables para quien conoce la materia, punto de referencia y que han suscitado la aprobación unánime del público”.
Destacó la “apertura, curiosidad y flexibilidad” de Guillermo Landa, quien estaba muy actualizado, lo cual se confirma con los discos de rock, boleros, danzón y mambo.
Lo mismo escuchaba a Palito Ortega, José Feliciano y Fernando Allende que música tradicional, indicativo de su interés y valoración por la música popular veracruzana.
El desarrollo como abogado y miembro del Servicio Exterior Mexicano, con comisiones culturales en países como Francia, Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia, Panamá y Paraguay, también está reflejado en la fonoteca.
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Alfonso Colorado explica que hay discos maquilados en otros países, como España, Polonia, República Checa y Nicaragua, algo que ahora es sencillo pero en los tiempos del escritor, no.
Con el fin de enfatizar el valor que la fonoteca tiene, el director de Difusión Cultural de la Universidad Veracruzana hizo un viaje al pasado para comparar que si ahora es posible tener música en el celular o reproducirla en distintas plataformas, no siempre fue así.
Hubo una época en la cual solo era para cierto sector de la población y por eso eran tan importantes el cine y la radio. Además, hubo iniciativas internacionales que acercaban la música a la sociedad, como Las Flaviadas del barrio de Sopocachi, en La Paz, Bolivia.
Guillermo Landa –dijo– fue alguien que tuvo un gusto musical formado, que nunca dejó de aprender, de sentir curiosidad, de oír música metódica y sistemáticamente.
Donde quiera que estuviera viajando, por trabajo o placer, buscaba libros y música
Los interesados en saber más del poeta bilingüe (español y francés) y melómano pueden visitar su Casa-Museo en el municipio de Huatusco. Los horarios de visita son de miércoles a domingo, de 10 a 15 horas. La entrada es libre y está disponible el teléfono 273 734 00 67.