Xalapa, Ver.- Los nacimientos que se han colocado en las casas, en lugares públicos o en los centros comerciales son como un libro en el se encuentran muchas verdade afirmó la Arquidiócesis de Xalapa en su comunicado dominical.
Señaló que las figuras representadas de la Sagrada Familia, los pastores, los magos de oriente, los ángeles, los animales, la naturaleza, el ambiente de un pesebre adquieren voz y tienen un bello mensaje para la población.
"El Nacimiento nos habla en primer lugar del amor de Dios. Así lo expresa el evangelista Juan cuando dice: 'Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su hijo único para que el que crea en él tenga vida eterna' (Jn 3, 16). Viendo el nacimiento pensamos inmediatamente hasta donde ha llegado el amor de Dios por nosotros. Dios no se avergüenza de su criatura, el ser humano, se acerca a él para redimirlo", agregó el vocero José Manuel Suazo Reyes.
Asimismo, añadió, en el portal de Belén se encuentra la gramática del ser humano pue en él se nos revela el valor de la familia y de la vida humana.
"La familia es tan importante para la persona que hasta el hijo de Dios quiso nacer en el seno de un hogar. La vida humana es sagrada así lo revela la imagen del niño Dios que aparece acostado en un pesebre junto a María y José, observamos además cómo la vida de un niño necesita ser cuidada y protegida por sus padres porque la vida es frágil y breve".
¿Por qué se pone nacimiento?
Subrayó que en la imagen del niño Dios se revela también la dignidad del ser humano, el ser humano ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, goza de libertad e inteligencia, es capaz de amar y diseñar su propio futuro.
"El hombre es una creatura que depende de Dios, que colabora con él y que aprende de sus mandamientos.
En los nacimientos observamos además cuales son las actitudes con las que hay que acercarse al hijo de Dios".
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Remarcó que es la actitud del reconocimiento y adoración de los pastores, del ofrecimiento de lo mejor de nosotros como viene representado en los reyes magos; "vemos además representada la obra maravillosa de la creación, la naturaleza animal y vegetal, todo se armoniza para recibir al hijo de Dios que nace pobre y fue acostado en un pesebre".
Refirió así que las lecturas bíblicas que se proclaman en este último domingo del Adviento, en la liturgia de la Iglesia Católica, son una clara invitación a contemplar el misterio que celebramos en la Navidad, a saber el nacimiento del hijo de Dios.