Tlaltetela, Ver.- En la elaboración de aguardiente de caña y licores, Ulises Vázquez Cruz es la tercera generación que trabaja en el trapiche del rancho La Aurora. En este lugar se trabaja desde el cultivo de la caña hasta la venta de bebidas pasando por el embotellado y etiquetado.
Ulises Vázquez comenta que se trabaja con caña verde en crudo. Detalla que no se queman el cañal para no erosionar el suelo y no matar los microorganismos como sucede en otros sitios. “Por eso obtenemos un producto de mayor calidad. Desde el campo hasta la mesa”, asegura orgulloso.
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El nombre y marca de sus bebidas es Sobre Rocas, nombre que proviene del significado de Tlaltetela, “Lugar sobre rocas”.
En su rancho, ubicado en las carretera de lleva de Tlaltetela a Tuzamapan, se encuentra el trapiche que tiene dos alambiques que es donde de manera artesanal se elabora el aguardiente de caña.
¿Cómo comenzaron a trabajar con el trapiche?
Comentó que en sus inicios su abuelo, don Isaac Vázquez, producía piloncillo, pero un año el precio de este endulzante cayó y entonces tuvo que buscar otro negocio. “Fue así que se le ocurrió producir aguardiente de caña”.
Actualmente también producen y venden licores elaborados con hierbas y plantas como crucetillo, tamarindo, maracuyá y moras, entre otros.
Desde que entras al trapiche de esta familia se pueden reconocer los olores de la caña. En grandes tanques almacenan el jugo de caña para que fermente. Después ese líquido pasa a la zona del trapiche donde es hervido y después se guarda en alambiques.
Dijo que este proceso ha evolucionado, pero ellos mantienen todo de forma artesanal.
Calidad y rendimiento
En este rancho, comenta Ulises Vázquez todo los procesos son orgánicos. Solo es jugo de caña fermentado con salvado de fe trigo. Expone que esta bebida pasa por los alambiques que es donde se realiza el proceso.
Indica que de cada mil litros de jugo de caña al final se tiene un aproximado de 120 litros de aguardiente cuando se tiene un buen rendimiento.
Expone que la elaboración y fermentación de esta bebida tradicional tiene que ver mucho con el clima que impera en esta zona. “Lo mejor es que haya calor para que se acelere”.
Este negocio que tiene 44 años. Fue fundado por su abuelo Isaac Vázquez Muñoz en el año 1980 y ahora él lo lleva junto a su padre y otros familiares porque es un tema familiar.
En este rancho todo es artesanal y cuidan el medio ambiente por lo que utilizan los desechos de la caña como fertilizante y recolectan el agua de lluvia para el proceso de fabricación de sus bebidas artesanales.