Las vitrinas se adornan con corazones y las redes sociales se inundan de imágenes sobre cómo debería ser el amor de pareja. Sin embargo, el colectivo “Mujeres Vivas, Mujeres Libres” nos insta a examinar estas representaciones y promover una cultura del amor fundamentada en la igualdad, el respeto y la autonomía individual.
A través de un análisis de los mitos más arraigados sobre el amor romántico, el colectivo revela las concepciones que han moldeado nuestras percepciones durante siglos.
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¿Cuáles son algunos mitos dañinos sobre el amor y las relaciones?
1.- El “amor eterno” o la idea de que sólo tenemos un verdadero y único amor. El amor es un viaje de crecimiento personal, no una búsqueda constante hacia un destino único. Un estudio reciente de la Universidad de California reveló que las personas pueden experimentar una variedad de amores a lo largo de sus vidas.
La noción del “amor de tu vida” ha sido culturalmente bombardeada, pero ¿es tan real como parece? El psicólogo Seth Meyers advierte que esta creencia puede crear expectativas poco realistas y llevar a decisiones equivocadas, incluso en situaciones de violencia en las relaciones.
2.- Roles de género en el amor romántico. Los roles tradicionales asignan responsabilidades según el género, limitando la libertad individual y perpetuando desigualdades. Estadísticas muestran que las mujeres en México dedican gran parte de su tiempo al trabajo doméstico y de cuidado, lo que las relega económicamente y limita su participación laboral.
Por ejemplo, de acuerdo a la primera edición de la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC 2022) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México hay 58.3 millones de personas susceptibles de recibir cuidados en los hogares y el 75.1 por ciento de las personas que suelen brindar dichos cuidados fueron mujeres, la mayoría de ellas sin compensación económica.
Ese tiempo que tantas mujeres dedican al trabajo del hogar y cuidados que puede ser igual o hasta superior a una jornada laboral, hace que un gran porcentaje de ellas no pueda tener un empleo remunerado y mucho menos alcanzar un puesto gerencial o directivo.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el inicio del 2022 apenas el 41 por ciento de las mujeres en edad de trabajar participan en una actividad económica que les genera ingresos.
Estos datos comprueban que las diferencias por género son restrictivas y limitantes, y reproducen además la idea de que las mujeres cuidan por amor o que “les toca” impidiendo que se desarrollen plenamente y participen en relaciones equitativas.
3.- La media naranja que completa nuestra existencia. La idea de necesitar a otro para sentirnos completos es limitante y poco realista. En lugar de buscar a alguien que nos “complete”, es importante reconocer nuestra propia valía y capacidad para crecer y florecer independientemente.
Cuando nos vemos a nosotras mismas como seres completos, nos liberamos de la presión de depender emocionalmente de otra persona para sentirnos realizadas.
4. El amor como sufrimiento. La asociación entre el concepto del “amor verdadero” y el sufrimiento ha perpetuado la normalización de la violencia en las relaciones. La idea de que el amor implica sacrificio puede mantener a las personas en relaciones abusivas, dificultando la denuncia y perpetuando el ciclo de violencia.
Esta narrativa “romántica” ha sido popularizada a lo largo de la historia, desde la literatura hasta el cine, donde se glorifica la idea de que el amor todo lo perdona y todo lo soporta.
La violencia de pareja inicia por lo regular durante las relaciones de noviazgo, y en esos casos, solo entre el 4 y 10 por ciento de las jóvenes denuncian conductas violentas por parte de sus parejas, ante autoridades de salud o instancias jurídicas.
En la mayoría de los casos se acentúa en la vida conyugal. De hecho, en una proporción importante sigue manifestándose después de terminada la relación violenta, con agresiones hacia la mujer por parte de la ex pareja.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, la violencia más frecuente y severa que viven las mujeres se da en las relaciones de pareja, ya sea por unión, matrimonio o noviazgo.
La violencia de la pareja ocurre con mayor frecuencia entre las mujeres que están o han estado casadas o unidas. Se estima que por cada 100 mujeres de 15 años y más que han tenido pareja o esposo, 42 de las casadas y 59 de las separadas, divorciadas y viudas han vivido situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual durante su actual o última relación
5.- Solo conoces el amor verdadero cuando eres madre, solo te realizas como mujer como madre, y solo con hijos una familia está completa. La presión social sobre las mujeres para ser madres como sinónimo de realización es dañina y limitante. No todas las mujeres desean ser madres, y no todas las parejas desean tener hijas e hijos para sentirse completas o tener una familia significativa.
El colectivo “Mujeres Vivas, Mujeres Libres”, nos recuerda que la maternidad no nos define como mujeres, ni la ausencia de hijas e hijos define la legitimidad de una relación.
Al respecto, Angélica Contreras, vocera del colectivo “Mujeres Vivas, Mujeres Libres”, destaca que las relaciones deben ser espacios de equidad y libertad, donde los roles de género no dicten nuestras interacciones.
Por ello resulta esencial cuestionar los mitos sobre el amor romántico que han moldeado durante tanto tiempo nuestras relaciones y expectativas. En lugar de perpetuar la idealización de un amor basado en el sacrificio, el sufrimiento o la dependencia, promovamos una cultura del amor fundada en principios de igualdad, respeto y autonomía individual.
Es preciso mencionar que el colectivo www.vivasylibres.com defiende el derecho a una vida libre de violencia y alza la voz por el derecho a decidir.
