Veracruz, Ver.- Originario de Ignacio de la Llave, Jovito Hernández Herrera se ha convertido en una de las celebridades más reconocidas en Veracruz, los transeúntes y automovilistas lo llaman “el abuelo bailador de la calle de 5 de Mayo”.
A cambio de unas monedas, vestido con el traje típico del “jarocho”, Jovito de 80 años baila al ritmo de la cumbia acompañado de una pequeña bocina, de hecho, tiene varios repuestos para que en caso de que se le acabe la pila a una, usa la otra.
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¿Cómo es el día a día del adulto mayor bailador en Veracruz?
Desde las 8:00 de la mañana se coloca en la esquina de 5 de Mayo y Rayón justo al lado del Teatro de la Reforma en donde aprovecha el alto del semáforo para ponerse a bailar, interactúa con los automovilistas y asegura que algunos transeúntes se han puesto a bailar con él. “Me gusta mucho bailar, me divierto, es muy agradable este momento, la gente me habla, me da una moneda, baila conmigo, se ríe conmigo”, expresa.
Hace 50 años que se estableció en Veracruz y desde hace dos años que se dedicó a bailar en este punto de la ciudad, después de recorrer varios trabajos en distintas empresas; en la última por la edad fue retirado.
Relata que en su juventud trabajó en una importante empresa de tubos, pero su inmadurez lo hizo renunciar y ahora cada vez que lo recuerda se siente triste, pues comenta que pudo haber alcanzado una buena pensión y no andar bailando en las esquinas, aunque al final lo disfruta.
“Tuve varios trabajos, el de una empresa importante de Veracruz no pensé en ese momento y me salí y mira que me hubieran dado una buena lana pero la loquera de uno cuando esta joven, piensas que nunca llegarás a viejo, también estuve trabajando de vigilante casi 20 años en una joyería de aquí de Veracruz donde al final no hice nada, no me dieron ni para las tortillas”, dice.
Reconoce que por algunas malas decisiones que tomó en su juventud, la esposa lo dejó y se quedó con la casa donde vivían, por lo que no cuenta con vivienda propia y vive en un cuarto en la casa de su hermana, la única ayuda extra que tiene es la de los programas del Bienestar pero no le alcanza y complementa con el baile.
Con sus hijas, tiene comunicación pero ninguna se hace cargo de él, al contrario, manifiesta que cuando necesitan, trata de apoyarlas.
Su sueño es viajar a Acapulco o Cancún en avión y permanecer unas semanas en esas zonas, por lo que trata de ahorrar para poder conocer esa parte del país y disfrutar de algunas semanas de descanso.
Jovito permanece en la esquina de 5 de Mayo y Rayón hasta mediodía y después se mueve una cuadra adelante hacia la calle de Ocampo donde continúa bailando sin parar, regresa a su cuarto por la tarde a descansar y comer para que al día siguiente vuelva con el mismo entusiasmo y alegría.