Las próximas fiestas patrias incentivarán la venta de trajes típicos, rebozos y sombreros, entre otros artículos, tras varios meses de escasa comercialización, expresa don Pedro de la Cruz Camarillo, quien tiene más de 30 años con su negocio de disfraces y ropa tradicional.
Los primeros ocho meses del año fueron malos, explica don Pedro Cruz. “Casi no llegaron clientes a comprarnos disfraces y ropa para bailables escolares”.
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Expone que en su caso subsiste como negocio, pese a que los ingresos disminuyen, porque el local en que trabaja en el mercado Jáuregui es suyo y no paga renta, porque de contrario ya hubiera cerrado. “Ya sabemos que cuando salen los niños de la escuela y en las vacaciones ya nadie se para por estos comercios y así hasta los días previos a la Noche Mexicana”, cuenta.
El comerciante dice estar optimista porque vienen una excelente temporada. Con las fiestas patrias vienen numerosas personas con trajes de mariachi o campesinos de la época de la Revolución, principalmente, para los niños.
Las familias gustan de usar ropa “mexicana”, durante las celebraciones de la Noche Mexicana, el 15 de septiembre y al día siguiente por el desfile.
En su caso, comenta que cuenta con rebozos de distintos precios, pero en promedio cuestan 100 pesos. Hay de distintos colores, pero los que más se venden son los de colores como rosa mexicano y morados, pero también tienen trajes completos de mariachi para niños en 450 pesos.
Los sombreros típicos tienen varios costos, pero los más atractivos que son coloridos, cuestan 800 pesos, “pero valen la pena porque los pueden utilizar en distintas ocasiones”.
Recuerda que tiene este negocio desde hace más de 30 años porque su padre también fue comerciante en este mercado.
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Primero, dice que vendía ropa y telas para elaborar pantalones para caballeros, pero lo hacía fuera del mercado, después por seguir los consejos de su padre fue que vio la forma de comprar un local y después de mucho esfuerzo logró su meta.
Después vienen las celebraciones de Día de Muertos y Halloween que también son muy buenas para su negocio porque los jóvenes usan vestidos de catrinas o vestimentas de superhéroes o de personajes de películas de terror. Además vende máscaras y disfraces de calaveras, la muerte, el chapulín Colorado o trajes regionales.
