Alma de café es una empresa regional que produce esta bebida mediante un proceso orgánico y tradicional. Competir en el mercado local es difícil, pero sus representantes no dejan de acudir a exposiciones y mercados locales para dar a conocer su producto entre quienes acuden a estas ventas, Anayeli Valentín Tornero, representante de la empresa.
Dice que en Xalapa hay muchos bebedores de buen café, que desde que perciben el aroma de un grano saben sí se trata de un producto de alta calidad.
¿Cuál es la historia de Alma de Café?
Comenta que su empresa, Alma de Café, tiene una tradición de cuarenta años en el cultivo y producción de café en el municipio de Coatepec, específicamente en la población de Pacho Viejo.
Expone que todo cambió para ellos cuando decidieron emprender hace dos años y crear una marca propia. Así nació Alma de café.
Resalta que esta bebida se elabora con precisión y cuidado desde el sembrado de las plantas de diferentes variedades, para después hacer el corte del grano y así hasta obtener el café tostado y molido. Todos los procesos son artesanales y orgánicos.
Son años de cuidado de las matas, de trabajo de hombres y mujeres que son parte de la cosecha, corte, despulpado, procesamiento de tueste, envase y comercialización. Es mucho esfuerzo de personas que se resisten a dejar esta labor que es parte importante de los coatepecanos, dice.
En su local en la expo-venta “Los Aromas y colores del Amor y la Amistad”, instalada en el Paseo de Los Lagos, explica que manejan tres tipos de tostado: intermedio, intenso y extra intenso.
Cuentan con un vivero y beneficio donde trabajan emprendedores que buscan tener éxito con su marca. Su producción aunque no es grande es importante, dado que logran generar cerca de 2 toneladas de granos tostados.
Aprecian su aroma
Aunque no son la mayoría, explica que muchos de los que llegan a los pequeños mercados de emprendedores gustan de adquirir su café porque saben que se hizo mediante procesos orgánicos.
No todos aprecian el trabajo que se hace para mantener una bebida artesanal, pero muchos de los que se acercan en cuanto aprecian el aroma lo compran porque reconocen la calidad.
En cuanto a los precios, resalta que no son tan altos como en las cafeterías de renombre. Ellos tratan de mantener un costo más accesible. El kilogramo está en 160 pesos lo que permite a las familias comprarlo y disfrutar de una bebida de calidad además de apoyar a una empresa que emprendió en hacer un cultivo y bebida artesanal.