Tezonapa, Ver.- La imagen de la virgen de Juquila va frente del féretro de madera de Julio Valdivia, quien fue custodiado por habitantes de Tezonapa hasta su última morada. Familiares, amigos y compañeros de trabajo y profesión asistieron a darle el último adiós.
Gente humilde caminó sobre las calles de tercería para acudir a la iglesia donde se llevó acabo la misa de cuerpo presente para la familia y allegados del reportero. Después salieron con la música de mariachi sonando por todo el largo caminar hasta el panteón de Tezonapa.
Más de 100 personas reunidas en el camposanto ayudaron a cargar el ataúd mientras la canción de Las Golondrinas sonaba de fondo. Exigieron justicia para el comunicador que dejó en la orfandad a dos hijas, que algunas veces lo mismo dejaba algunas veces dejaba las letras, para ganarse unos pesos como albañil este fue su caso, en una de las regiones de Veracruz, al límite con Oaxaca, sumida en la violencia y en la lucha entre grupos criminales.
Sin más palabras que un adiós sincero un hombre que con sangre pagó el decir lo que ocurría en aquella región, de acuerdo con sus familiares y allegados. También muchos compañeros de profesión externaron su temor por todo lo ocurrido, ya que deben salir a informar y esperan no correr la misma suerte que Julio Valdivia.
Entre palabras de coraje, impotencia y justicia se le despidió en el camposanto municipal. Su casa editorial se sumó a la sentida despedida, lo mismo que colega de todas las latitudes de Veracruz, de México y de otras partes del mundo.