La compra y traslado de gasolina en garrafas o envases de plástico aumenta el riesgo de incendios y explosiones por tratarse de contenedores no aptos para evitar derrames o la fuga de gases, sostiene Juan Hernández, responsable de la estación sur del cuerpo de Bomberos en esta capital.
Asegura que la venta de combustible en botellas está prohibida por Protección Civil, pues sólo para ello existen contenedores especiales de plástico de alta densidad que pueden soportar presiones y golpes para evitar fugas.
Abunda que también por norma las gasolineras no deben vender más de 10 litros en contenedores para evitar accidentes y un descontrol en la comercialización de hidrocarburo.
Dice que al apilar garrafas o botellas llenas de gasolina pueden sufrir daños en su traslado en vehículos, lo que puede dar paso a derrames e incendios a causa del calor que pueda acumularse.
Además, advierte que a causa de las temperaturas elevadas la gasolina emana gases e infla los contenedores con riesgo de explosiones.
El almacenamiento de contenedores con gasolina en casas o comercios también es peligroso, más si los pisos están cubiertos de alfombras que puedan absorber el combustible en caso de derrames.
Además, de acuerdo con el bombero, el uso de envases de refresco para almacenar gasolina o productos químicos suele ser una práctica que debe erradicarse, pues pone en riesgo de intoxicación por ingesta principalmente a los infantes.
Señala que en esta capital la venta de gasolina en garrafas casi no se realiza y exhortó a quienes lleguen a necesitarla a utilizar los contenedores de plástico grueso o de alta densidad, pues al tratarse de material resistente pueden evitar tragedias.
