Ante el incremento del trabajo informal, el incumplimiento de salarios dignos y las jornadas extenuantes, es urgente enfatizar que los derechos laborales también son derechos humanos fundamentales, puntualiza la abogada Alix Airam Trimmer Espinosa.
En conferencia virtual coordinada por el Centro de Conciliación (Cecol), describió como “ciclos violentos y opresores” la mayoría de los empleos, ante lo que expuso como tema prioritario la estabilidad y el cumplimiento del salario digno y equitativo.
“No es un tema generacional, nos tenemos que seguir quejando y movilizando para que mejoremos y no continuemos pensando que todo está bien o que el derecho laboral ya llegó a su punto más alto. Seguimos en pañales. Seguimos bajo el yugo de condiciones inhumanas”, declaró.
Salud mental de trabajadores debe tomarse en cuenta
Además, nombró la seguridad social y jornadas humanas, pues ya está estipulado que los patrones tomen en cuenta la salud mental de sus colaboradores.
Al ahondar en la nueva reforma laboral, la especialista en Derecho laboral, Igualdad de género y en Prevención de la violencia de género manifestó que en la actualidad no solo hay desconocimiento sino que se tiende a olvidar que los derechos son progresivos y la autoridad debe evolucionar para garantizarlos.
Expone que en 2024, si bien se habla de un 20 por ciento de aumento al salario mínimo vigente, 248.93 pesos resultan insuficientes porque en un mes es un aproximado de 7 mil pesos, cuando en algunas ciudades una renta es lo que cuesta.
“Que haya más personas con este salario reportado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía habla de la pobreza generalizada que existe en el país, pues menos de 250 pesos no son suficientes para sostener la vida de una persona y mucho menos de una familia”.
Salario digno y equitativo
Ahonda que el salario debe ser equitativo, en el sentido de que quienes realizan el mismo trabajo deben ganar lo mismo, pero muchas veces en la práctica no se lleva a cabo.
Además, señala que ni en México ni en el mundo se ha logrado reducir la brecha salarial, la diferencia expresada en porcentaje entre lo que gana un hombre y lo que gana una mujer haciendo exactamente el mismo trabajo.
Opina que la reforma laboral se quedó corta al no poner énfasis mayor en el tema de género, pues sigue siendo violenta en general pero mayormente en los grupos vulnerables.
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Explica que los seis puntos fundamentales del esquema laboral mexicano están encabezados por la estabilidad, que permita a las personas trabajar hasta que se jubilen, hasta que decidan cambiar de empleo o hasta que mueran, y solo en caso excepcionales tener trabajos temporales u horas determinadas, algo que cada vez es más frágil.
El segundo punto es que los salarios deben ser dignos, suficientes y equitativos, pero en México sigue siendo un problema pues los salarios mínimos generales son lo más básico que cualquier persona recibe por ocho horas de trabajo en seis días.
Particularmente de la jornada laboral, expuso que en México es de 48 horas a partir de las reglas generales de salud, cuando en promedio, se labora entre 12 y 16 horas diarias, con consecuencias, justamente, en la salud, sobre todo en mujeres cuidadoras, quienes cada vez duermen menos.
Aunque acepta que es difícil “zafarse” cuando se tiene la idea de que es mejor tener un trabajo malo a no tener ninguno, reiteró que la opción no es guardar silencio.
