En un predio de dos hectáreas en la Isla de Tacamichapan, municipio de Jáltipan, los integrantes del grupo veracruzano Los Cojolites realizan desde hace 21 años una labor de rescate y preservación de la naturaleza, a través del que reflejan los temas que promueven en sus canciones, ya que no sólo se trata de conservar la música, la cultura gastronómica, el zapateado y el telar de cintura, sino que el entorno natural también forma parte de sus objetivos.
A lo largo de estos años se han ido sumando diversas organizaciones que trabajan en conjunto para reconvertir lo que fueron tierras erosionadas dedicadas a la agricultura en un bosque. Hoy éste es de mediana edad, dice Ricardo Perry, director musical del grupo.
Éste es el único proyecto de rescate de la naturaleza en Jáltipan y es realizado por particulares. Recuerda que cuando decidieron regresar a vivir al sur del estado vendieron su propiedad en Xalapa y con ese dinero adquirieron el predio que decidieron dedicar a la siembra de árboles, así como a la conservación de semillas, y rescate de árboles de frutas exóticas que están en peligro de extinción, como la anona de varias formas y colores, el aguacate plátano y frutas poco conocidas.
Los Cojolites, dice, no sólo se dedican a la música, a reunir recursos económicos para construir su Centro de Documentación del Son Jarocho, a conservar los saberes ancestrales a través de talleres, sino también al rescate y preservación de la naturaleza, pues agregó que cómo podrían abordar en sus canciones temas sobre el cuidado del medioambiente y amor a la naturaleza si no predicaran con el ejemplo.