El retiro de armas de fuego en el hogar, la supervisión a los niños tanto en casa como fuera de ésta, así como la responsabilidad familiar en la enseñanza y manejo de las emociones personales, son acciones necesarias para proteger a los menores de la violencia, señala el presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, Salvador Guerrero Chiprés.
Luego de la tragedia ocurrida en la localidad El Tejocote, en el municipio de la Perla, donde un menor de 11 años fue asesinado por su compañero de diez años de edad, porque le ganó el juego de “maquinitas”, Guerrero Chiprés destaca la importancia de retirar las armas de fuego de los hogares para proteger, principalmente, a los menores de edad y trabajar en la responsabilidad afectiva al interior de la familia.
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¿Por qué ocurren casos de violencia como el de La Perla?
En entrevista, Guerrero Chiprés apunta que estos casos se originan ante una ausencia de la supervisión de lo que ocurre con los niños en la casa y fuera de ella; en segundo lugar, los padres, contra todo sentido común, tienen armas en su casa, creyendo que eso los protege de un supuesto daño, lo cual es falso; y en tercer lugar, no hay una enseñanza familiar o escolar sobre qué hacer con las emociones personales, en particular, la ira.
“Si un muchacho tiene ira y tiene la posibilidad de hacerse de un arma, pues se le hace fácil trasladarse con el arma y dispararle a su compañero de juego también”, señala.
Al respecto, comenta que aunque hay que una responsabilidad privada, tanto autoridades estatales, municipales, empresarios y sociedad en conjunto, “también tenemos que trabajar en aquellos lugares donde hay ausencia de oportunidades, de una mejor educación, pues es donde se tiene que estar más presente para que la situación se equilibre”.
Subrayó que este fenómeno de violencia no es un asunto de pobreza, porque no todas las personas que vivieron una infancia en situaciones adversas, se hicieron delincuentes y dispararon a otra persona.
"Entonces no es un asunto de pobreza, es un asunto de debilitamiento de valores cívicos que viven en la familia, en los gobiernos, en las empresas, en la calle, el tema fundamental es el respeto a la dignidad del ser humano”, refiere.
Además, agrega, hay personas que están inhabilitadas para separar la realidad de la vida digital. “Les cuesta trabajo porque están habituados a jugar con videojuegos, y si a eso le suman dos años y medio de ausencia de formación educativa presencial, es posible que estén fracturando sus oportunidades de entender las diferencias entre lo digital y la realidad, por supuesto también puede haber un entorno de violencia”, explica.
Señala que es importante reconocer que solamente con solidaridad, amor y mucho trabajo en familia, se puede salir adelante de asuntos tan complejos como la violencia.
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Es necesario que entendamos que es un asunto complejo, advierte Guerrero Chiprés , “no olvidemos que puede estar ocurriendo en más hogares, puede no ser un caso aislado (el evento ocurrido recientemente en el municipio de La Perla) y puede ser representativo de un conjunto de abandonos, de desigualdades, falta de oportunidades, de amor, cariño y afecto de los integrantes de la familia que, o carecen de estos afectos, o carecen de tiempo de calidad para dedicarles a sus hijos.”
El programa de desarme y la participación social
El presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, Salvador Guerrero Chiprés, destaca la importancia de implementar programas de desarme con énfasis en el trabajo colaborativo entre diversas agencias del gobierno.
Menciona que estos programas funcionan cuando se cuenta con equipo y trabajo muy fuerte de promoción. Explicó que en el Gobierno de la Ciudad de México “hay miles de personas que están casa por casa buscando y apoyando estas labores, entre otros programas, entonces tiene que haber cooperación, apoyo, difusión y un discurso muy claro en favor del programa de desarme en la entidad”.
Considera que es muy relevante que haya una comunicación muy clara entre las familias, al interior de éstas. Si eso no existe, pues estamos tratando de arrojar toda la responsabilidad en el espacio público. “Y hay una responsabilidad privada que implica a la familia, al abuelo, abuela, papá, mamá, hijos e hijas; entonces sí es necesario que asumamos que también hay una responsabilidad de carácter individual”.
“Eso es lo central, porque no podemos echar la culpa al maestro o al gobernador. Si hay una persona que compra un arma, que es en el 99 por ciento de los casos, es el papá o el abuelo, entonces tenemos que asumir que hay una responsabilidad privada”.
Reitera que lo que ocurre en el espacio privado es responsabilidad de las familias, porque hay que entender que el arma está en el espacio privado y probablemente sea un arma ilegal.
Apenas el año pasado, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México realizó 42 talleres y pláticas a comunidades escolares y a padres de familia, para promover conciencia sobre la importancia de retirar armas de fuego de los hogares, por lo que Guerrero Chiprés recomendó a las asociaciones de padres de familia convertirse en constructores del bienestar de la comunidad y prevenir la violencia desde los espacios escolares, sobre todo en Veracruz, que ocupa el séptimo lugar nacional en bullying.