Entrevista || Invisibilización y discriminación a las mujeres y comunidad LGBT+

"Lo que no se nombra no existe", acota Jazz Bustamante, integrante de Incidencia Política Nacional en la Coalición Mexicana LGBT y del Frente Feminista Nacional

Arya Stark*

  · jueves 6 de junio de 2019

Xalapa, Ver.- Soy una adolescente transgénero, feminista y perteneciente a la comunidad LGBT+. Soy cuestionada porque dicen que no puedo formar parte de este movimiento por no haber nacido mujer. Tuve el placer de platicar con Jazz Bustamante, integrante de Incidencia Política Nacional en la Coalición Mexicana LGBT y del Frente Feminista Nacional, esto me dijo:

¿Cómo se trabaja el tema de la discriminación con la comunidad LGBT+?

Trabajamos en impulsar e implementar políticas públicas de la mano con autoridades. Tenemos una agenda que impulsamos con diversos ejes temáticos como: salud, justicia laboral, política regional, entre otros que se deben implementar de forma transversal, ya que esa es la clave para que estas acciones afirmativas, políticas públicas y acciones sociales vayan permeando en la psique de las colectividades y la discriminación hacia las poblaciones disidentes sexuales vaya disminuyendo.

¿En qué sentido la comunidad LGBT+ y las mujeres son invisibilizados?

Somos invisibilizadas e invisibilizados desde el momento en que no se nos nombra. Lo que no se nombra no existe, por ello, las acciones afirmativas desde la parte ejecutiva, legislativa y judicial son muy importantes. Que existan las palabras homofobia, lesbofobia, transfobia y discriminación por género, deben existir como tal, escrita con puño y letra, solamente así sabremos las acciones que debemos de tomar para cambiar esas prácticas malsanas.

¿Qué sucede con los jóvenes LGBT y el suicidio?

El suicidio es la tercera causa de muerte en los jóvenes en nuestro país, donde el contexto social y cultural está creado para las personas heterosexuales y la heteronormatividad. Un sistema cimentado en asumirte solamente hombre o mujer heterosexual. Quien se asume como lesbiana, homosexual, bisexual o transexual, va a remar contra corriente, por ello, el suicidio se convierte en una salida fácil ante esta discriminación estructural ocasionada por los prejuicios existentes en nuestra sociedad.

¿Por qué hay gente que sigue negando la violencia de género, aunque lo vivan de cerca?

La violencia de género ha existido desde épocas inmemorables, sin embargo, hay grupos que la niegan. Son grupos fundamentalistas basados en teologías desde una estructura patriarcal. Las religiones están cimentadas en un sistema patriarcal y machista, y al tratar de dar la aplicabilidad en el contexto social que vivimos, chocan, porque dichas prácticas están normalizadas en esos grupos. Las sociedades evolucionan, y hoy en México vemos primordial el atender la violencia de género, pero si no se ve como una problemática estructural, estos grupos van a seguir minimizando el feminicidio y la violencia de género, aun cuando las cifras son terribles y nada alentadoras. Debemos aprender a diferenciar la opinión de grupos con base en sus creencias de lo que sucede en el contexto social.

Las mujeres trans viven discriminación dentro de la misma comunidad LGBT y algunas veces desde el lado de las mujeres ¿Por qué son más invisibilizadas que las demás letras del colectivo LGBT+?

Judith Butler dice “...el movimiento feminista que no acepta y reconoce a las poblaciones trans y a las poblaciones disidentes sexuales, no es un grupo feminista”. Entendamos que en el movimiento feminista, en efecto, las mujeres cisgénero gozan de un privilegio, que tienen concordancia entre su cuerpo, sus genitales y su identidad psicológica. No es así con las mujeres trans porque no hay una concordancia entre genitalidad e identidad psicológica pero, viendo más allá de esas diferencias biologicistas o de esas diversidades de ser mujer, creo que hay algo que nos atraviesa por igual: el patriarcado y el sistema estructural machista. El sistema patriarcal machista está cimentado en que todo aquello que se asuma como femenino está degradado por el hecho de ser. Si partimos de ahí, que te asumas como una mujer trans cuando la sociedad te ha dado el privilegio de nacer en la omnipresencia de varón, de macho y tú lo niegas es un doble estigma y una doble discriminación porque estás negando ese privilegio. Somos la población más afectada de la LGBTTTI+, por el sistema patriarcal, porque el hecho de que seas gay, lesbiana o bisexual no quiere decir que no seas machista.

¿Cuáles son los retos del feminismo y de la comunidad LGBT+? ¿Cuáles son los aspectos más importantes?

Los retos del feminismo en nuestro país es el tratar de lograr que la interrupción legal del embarazo sea posible, que los derechos de las poblaciones LGBT+ y disidentes sexuales sean posibles, y el acceso laboral con equidad e igualdad de todas las personas de las poblaciones LGBTTTI+, en específico las poblaciones trans que somos las más señaladas, prejuiciadas y menos incluidas en la parte laboral. Estoy a favor de buscar el punitivismo para prohibir las mal nombradas terapias de conversión, porque las personas de la diversidad sexual no tenemos una enfermedad, así como de la patologización de las identidades de género y las orientaciones sexuales. Uno de nuestros grandes retos es por supuesto que las políticas públicas que se están impulsando desde la legislatura estatal y desde el Senado sean bien aplicadas, no nada más que se aprueben, sino que tengan una verdadera aplicabilidad.

*Estudiante ganadora del primer lugar de entrevista del Certamen Estatal de Periodismo Estudiantil Ético DGB 2019.