La Perla, Ver.- En las faldas del Pico de Orizaba, a 3 mil 400 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el hotel de montaña más alto de América del Norte. Iniciado hace 23 años como una zona de campamentos, el complejo de Villas Pico de Orizaba ofrece actualmente cuatro tipos de alojamientos para quienes gustan de visitar la montaña sin abandonar ciertas comodidades.
A una hora y media de Orizaba, las villas de este alojamiento son el último espacio construido sobre la montaña más alta de México. Desde ahí se tiene una vista completa de las ciudades más cercanas, incluso en días despejados se pueden observar el puerto de Veracruz y el faro de la Isla de Sacrificios.
La falta de recepción de celular y de acceso a internet es el primer choque que enfrenta la decena de turistas que arriban diariamente al espacio. Jóvenes, niños y adultos se pueden observar con sus teléfonos esperando “atrapar alguna red”, sin embargo, es en vano, ya que es imposible tener señal en ese punto.
La falta de energía eléctrica es otra de las cosas que más sorprende a quienes llegan a conocer la montaña, ya que el espacio cuenta con acceso limitado de luz eléctrica. La planta de energía funciona de 6 de la tarde a 12 de la noche y el resto del tiempo sólo el restaurante cuenta con este servicio.
Sin embargo, una vez conscientes de la nueva realidad, las familias comienzan a convivir entre ellas y practicar deportes; las parejas comienzan a platicar o salen a caminar y los grupos de amigos disfrutan el paisaje o lo inmortalizan en fotografías. Por la noche las chimeneas son encendidas para dar luz y calor, hay quienes aprovechan para asar bombones o quienes deciden observar la luna, estrellas fugaces o aviones que surcan el cielo y que parecen acercarse el Pico de Orizaba.
El esplendor de la montaña con comodidad
Martín Moreno Rojas, propietario del lugar, dio a conocer que debido a lo inaccesible de la zona, las cabañas que ahora ofrece a los turistas fueron construidas con adobe y madera reciclada de la zona, incluso las dos primeras tardaron más de cinco años en concluirse.
Actualmente el espacio cuenta con tres cabañas sencillas, tres cabañas habitación con características más térmicas, así como cabañas familiares y dúplex que tienen incluso tina, cocina, chimenea y otro tipo de servicios para alojar a toda una familia. “La montaña es dura y fría, así que lo que buscamos es que la gente que viene se sienta lo más cercano a su casa y tenga los servicios que tendría, pero con la maravilla de la naturaleza”, dijo.
Atendido de manera permanente por 14 personas de la zona, este espacio ofrece a los visitantes la oportunidad de caminar de manera libre por el parque nacional Pico de Orizaba, pero también tiene atracciones como tirolesa, temazcal, puente tibetano y caminatas o cabalgatas dirigidas por jóvenes guías.
El espacio ofrece un paquete de alimentos, así como café, ponche, champurrado y agua durante toda la estancia, así como chimenea, televisión y mesa de billar en el espacio habilitado como restaurante.
Moreno Rojas destacó que actualmente tienen las reservaciones completas para lo que resta de enero y sólo algunos espacios para febrero, toda vez que los turistas prefieren los meses de invierno para visitar, ya que relacionan a la montaña con el frío y la nieve. Pese a esto, descartó que se tenga la intención de construir más cabañas en el espacio, ya que quiere evitar el turismo masivo.
Queremos que sea un espacio para disfrutar la tranquilidad, no un lugar donde haya que hacer filas para entrar al restaurante o a los baños. Somos un lugar más de descanso
Dio a conocer además que la mayoría de los visitantes provienen de ciudades de calor y que llegan motivados por conocer un ambiente diferente al que ven todos los días.
