Veracruz, Ver.- Con tamales, tacos, frituras, refrescos y cervezas, cientos de familias veracruzanas se congregaron en los panteones de la ciudad para pasar la tarde junto a las tumbas de sus seres queridos y preservar la tradición del Día de Muertos.
Desde muy temprano, Abigail Prieto Molina prepara una cacerola de tamales para llevarlos al panteón y pasar el día con sus hijas, hijo, yernos, nuera y nietos, junto a la tumba de su esposo Gerardo, quien hace tres años falleció.
Recuerda que los primeros días de la pérdida de su esposo, tan sólo entrar al panteón la llenaba de tristeza y llanto, sin embargo “conforme ha pasado el tiempo, aunque el dolor permanece en el corazón, basta con recordar y pensar que está en un lugar lleno de paz”.
“Ya era tradición visitar cada año a mis suegros y otros familiares que se han ido, pero desde hace tres años que falleció mi esposo, junto con mis hijos pasamos toda la tarde aquí, comemos y recordamos todo lo bonito que vivimos y las cosas que nos dejó”, indicó.
Otra familia que también pasa la tarde en el panteón es la de don Octavio Alarcón Fernández, quien junto con sus hijos, hermana, sobrinos y nietos, visitan las tumbas de sus padres y hermanos.
“Son varios los que visitamos, hace años fue una tía, después mi abuelo, mi padre, hace tres años mi madre y al mes mi hermano y hace unos meses mi hermana, salud por ellos —mientras brindaban con una cereza—“, dijo.
Originario de la capital del estado, comentó que aunque cada 15 días trata de visitar la tumba de sus padres, en estas fechas se reúne toda la familia y pasan la tarde “hasta que los corren” del lugar.
El día transcurre contando anécdotas acerca de los que ya no están, sus gustos, sus frases típicas, sus platillos favoritos y todo aquel recuerdo que los haga reír para conservarlos en la mente y en el corazón.
A pesar de que ambos reconocieron que las costumbres ya no son como antes, tratan de fomentar en sus hijos y nietos qué prevalezca esta tradición.