XALAPA, Ver.- El sacerdote y exorcista Álvaro Fernández Ávila falleció anoche en esta capital. Su muerte fue dada a conocer por el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes.
El "padre Alvarito", como se le decía de cariño entre la comunidad católica, fue de los pocos sacerdotes que desde hace varios años contaba con la licencia expedida por el Vaticano para realizar exorcismos.
Además, era muy conocido por ser un extraordinario confesor y guía espiritual.
El padre Álvaro Fernández Ávila era originario de Tonayán y durante muchos años fue párroco de San José y de San Juan Evangelista en Xalapa.
Su labor como exorcista fue por más de una década en la arquidiócesis de Xalapa y últimamente era capellán del Sanatorio San Francisco, en esta capital. También fue columnista del Diario de Xalapa durante más de 30 años y escribía para el semanario Alégrate.
Entre la comunidad católica se le recuerda como un gran acompañante espiritual; profesor de muchas generaciones y un gran ser humano.
Los detalles de sus exequias se darían a a conocer durante el transcurso de la mañana.
Apenas la tarde del 16 de julio falleció víctima de cáncer el joven sacerdote Juan Francisco Díaz Díaz, con apenas 4 años y 9 meses de ministerio sacerdotal.
Nació en Xalapa el 5 de octubre de 1985. Recibió el diaconado en la Catedral de Xalapa el 25 de enero de 2013 y fue ordenado sacerdote el 23 de octubre de 2015.
También de manera reciente falleció el padre Vicente Condado Sánchez; su deceso ocurrió el 5 de julio, a la edad de 84 años, a causa de varios padecimientos de salud.
Nació el 6 de abril de 1936 en esta capital, tenía grandes capacidades de oratoria y se distinguía por su calidad humana y evangélica. A él le tocó la construcción del santuario de la actual Basílica de Guadalupe, en la zona de los lagos.