La Arquidiócesis de Xalapa resaltó un texto de la vida y la dignidad en un momento donde sufren cada vez más los embates de la cultura de la muerte.
En el comunicado dominical firmado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, expresó que el 16 de julio se presentó la declaración conjunta de los obispos de México.
Indicó que este mensaje habló que la pandemia del Covid-19 ha traído mucho dolor y ha afectado la economía.
Sin embargo, en México hay otra peste mortal que es la violencia y la inseguridad, que han alcanzado niveles nunca antes vistos ya sea por su cantidad, frecuencia y crueldad.
“En actos de violencia, cada vez más numerosos y cruentos; En considerar a la vida de un hijo como si fuera derecho de un adulto; En volvernos insensibles ante la eutanasia, en la ruptura de las familias; En los esfuerzos por legalizar los estupefacientes y otras drogas; En la difusión de una visión pobre y distorsionada de la sexualidad; En la corrupción”, detallaron como se manifiesta la cultura de la muerte.
De igual forma, en la propuesta de programas de gobierno, leyes, y criterios judiciales también hay unos que atentan contra la dignidad de la persona humana pero también contra su vida.
Los obispos invitaron a una participación constructiva y sustituir la cultura de la muerte por la cultura de la vida y la dignidad.
Puntualizó que esta cultura de la vida sería defender la vida desde la concepción; excluir la eutanasia; atender a los más vulnerables; relación entre un hombre- mujer y que sólo ellos puedan adoptar; cuidar el planeta.
Comentó que también están de acuerdo en consolidar la democracia, así que las personas que están en un mal camino deben reconciliarse con Dios y sus hermanos.
“La misericordia de Dios siempre está disponible para el pecador arrepentido, aún en los casos de aborto. Los católicos que han participado activamente en la promoción o procuración deliberada del aborto están llamados a reconciliarse con Dios y con la Iglesia a través del sacramento de la confesión”.