Nayeli Carmona Andrade es odontóloga desde hace casi 10 años en que concluyó la licenciatura; su juguete favorito fue siempre la “barbie dentista”; desde pequeña soñó con lo que ahora ejerce y la llena de satisfacción.
Egresada de la licenciatura de Odontología de la Universidad Veracruzana recuerda que siempre ha contado con el apoyo de sus padres originarios de Coatepec, ahora además de ser odontóloga y tener un consultorio en Xalapa y otro en Coatepec, imparte clases en la Universidad Cuauhtémoc.
“Desde niña no sé si ya lo traía en mí, pero mis papás siempre me apoyaron, entonces no hubo duda desde un principio en lo que yo iba a estudiar, se dio la oportunidad y así fue como inicié los estudios, me fui inmediatamente a la especialidad y empecé la práctica privada desde que egresé en el 2013”.
Nayeli siempre se sintió atraída por el área de la salud, a los 7 años ya amaba su barbie dentista a la que años más tarde, le daría vida ejerciendo la profesión.
“Yo soy de Coatepec, he vivido aquí siempre, aunque me tengo que estar trasladando a Xalapa, en la universidad pues estudié en Xalapa, después empecé a trabajar en consultorios en Xalapa y en Coatepec, siempre he estado en movimiento, actualmente tengo un consultorio en Xalapa y doy clases en la universidad Cuauhtémoc”.
El Covid-19 no cambió mucho su forma de trabajo, asegura que el consultorio siempre ha sido una fuente de contaminación o de riesgo por algunas enfermedades, por lo que siempre ha tomado medidas de prevención para evitar peligros; con la pandemia, solo tuvo que intensificarlas.
“Se tuvieron que reforzar, ser un poco más organizados, pero en sí, muchos protocolos siempre se han tenido que llevar, aunque no estuviera la pandemia, simplemente se reforzaron”.
Lo que sí cambió fueron los costos de los insumos, porque, aunque estaba acostumbrada a comprar cubrebocas para sus consultas, con la pandemia, su costo se triplicó.
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“Era como que lo que más se resintió, pero en cuanto a protocolos creo que debimos haberlos llevado todos los odontólogos desde un principio, simplemente reforzar esas medidas. Por ejemplo, los protocolos de esterilizado, de lavado de instrumental, antes podíamos dejar acumular un poco más instrumental, ahora se tiene que hacer más seguido, no tener tanto acumulado, ser más ordenados en las citas para evitar aglomeración”.
Recuerda incluso que al inicio suspendió las atenciones a niños y personas de la tercera edad, por lo que solo se daba consulta de urgencia, pero como comúnmente es así, porque los pacientes esperan hasta tener dolor para acudir, la consulta se hizo de manera habitual, pero con más orden e implementando el gel antibacterial y estar pendientes de síntomas para no exponer a nadie.
Este 9 de febrero Día del Odontólogo, Nayeli, como cada año, lo celebra trabajando y agradecida por poder estar haciendo lo siempre soñó y que tanto disfruta.
“No me imagino haciendo otra cosa, creo que atender pacientes es lo que más me agrada; ahora que doy clases, era otra parte que anhelaba, además, con ello refuerzo conocimientos; estoy muy contenta”.