Fuera de México hay un mayor respeto a la sabiduría de los chamanes de Catemaco, quienes se han ganado un lugar por su conocimiento y sus aportes a la sanidad del pueblo, asegura el profesor Félix Oseguera Palma.
Además de compartir su historia de vida, asegura en entrevista que la gran mayoría de la población desconoce el valor de Catemaco, las bondades de la magia, de la herbolaria y de la medicina tradicional. “A Catemaco hay que considerarlo como la meca internacional del chamanismo y del esoterismo en sus diferentes materias, tanto en lo oscuro como en lo blanco. Tiene que mucho que dar y mucho que cuidar”, expresa mientras sostiene un bastón de mando.
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Rendir tributo a los seres de luz y de oscuridad está vinculado con una cultura milenaria salvaguardada a pesar de los estigmas y prejuicios, opina el hombre de 52 años, quien desde niño se acercó a distintos rituales.
Aunque no niega la existencia de personas que no cuentan con la experiencia necesaria para desempeñarse como brujos o curanderos, considera que al menos 10 personas “sí mantienen el fuego encendido y se desempeñan con mucha responsabilidad y respeto”.
¿Quién es Félix Oseguera Palma?
Próximo a cumplir cuatro décadas de vivir cerca de la gente, “para escucharla, sanarla y ayudarla a quitarse las cargas”, él se autodefine como un iniciado, un médico tradicional que todos los días aprende algo nuevo.
Su camino, recuerda, inició desde chico, cuando descubrió su don de curar para luego aliarse al fallecido brujo mayor Julio Martínez Baderas.
“El conocimiento no es para mí, yo lo comparto, lo comulgo, lo llevo a todos los lugares a los que me invitan”, dice para luego afirmar que será representante de la cultura olmeca en próximo encuentro de chamanes en Machu Picchu, Perú, donde hay un reconocimiento a estos saberes.
Más allá de lo que la gente opine, él dice ser una persona de mente abierta, con conocimiento de las magias, de herbolaria y de distintos “trabajos” y visitas a panteones, porque, enfatiza, hay que saber “plantarse”.
“Te puedo hacer y quitar un trabajo, hacerte vomitar y defecar, porque es una ciencia, un arte, y el medicamento tú lo preparas. Yo te digo cómo hacerlo y cómo lograr lo que tanto anhelas”.
Sobre sí, igual que quienes se dedican a las ciencias ocultas, dice cargar con el rechazo y críticas de muchas personas “gracias a la manera irresponsable en la que se manejado”.
“En Catemaco, de manera irresponsable, vemos aparecidos, gente que llega. No sabemos ni quiénes son, no han ganado experiencia, no han sufrido, no han ido al monte, al campo, no se han enlodado los pies en los pantanos por ir a buscar lo que se necesita para los rituales. No saben que esto es para servir no para servirse”, puntualiza.
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Anota la importancia de hablar de la riqueza de Catemaco, de conocer los documentales del Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como el libro “Veracruz: El misterio en estado puro”, donde él participa para sumarse a la búsqueda de respuestas a las interrogantes que plantean los fenómenos paranormales e insólitos.
¿Cuántos templos hay en Catemaco?
Adelanta que está el proyecto de hacer el libro “Tras la huella del jaguar” sobre templos de curación. Actualmente en Catemaco dice que existen 30 templos reconocidos.
“Nosotros somos serios. Nosotros no andamos como los YouTubers perturbando la paz en los panteones, que son un templo sagrado al que se pide permiso y dar reverencia. No hay quemando cosas y ni destruir tumbas”.
Félix Oseguera indica que hay que protegerse, limpiarse, sahumarse, aprender a orar, a meditar y a usar el poder energético sobrenatural que hay en cada una de las personas, porque, puntualiza, “todos somos seres de luz y de transición”.
Además del atractivo enmarcado en el misterio, opina que de Catemaco se debe hablar también de su belleza natural y de la región, así como de la reactivación y económica y lo que significa para los pobladores, quienes esperan alegres la llegada de los visitantes del 1 al 4 de marzo.