Poco se habla pero entre las condiciones de discapacidad, la que menos atención tiene es la psicosocial, expone Jorge Sánchez Mejorada, titular del Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (Cendiuh) de la Universidad Veracruzana.
El psiquiatra y maestro en Salud Pública explica que en esta área entran personas con trastornos del neurodesarrollo, trastornos mentales y también quienes consumen sustancias psicoactivas.
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¿Por qué han sido marginadas estas personas?
Así como se avanza en la visibilización de otras condiciones, llama a tomar en cuenta a esta población que, dice, históricamente ha permanecido fuera de lo público.
“Estas personas han sido marginadas y maltratadas. Es muy común que a lo largo de sus vidas haya mucho bullying. Hay que observar esta diversidad para entenderla, comprenderla y abordarla de una manera adecuada”, indica. Hay ciertas condiciones, como la mental, que interfieren con la interacción con el medio, con una serie de características que la persona tiene ligadas a su funcionamiento social, detalla.
Los trastornos de depresión y ansiedad, las adicciones, la esquizofrenia, la bipolaridad, etcétera, tienen que ser atendidos, tenemos que visibilizarlos, expresa. Algunas de las situaciones mentales y emocionales pueden ser pasajeras y algunas pueden tender a cierta cronicidad, por lo cual no deben ser desestimadas; se les debe atender de manera adecuada, reitera.
¿Pero por qué se consideran discapacitantes? Porque eventualmente interfieren con el funcionamiento social de las personas, con el funcionamiento laboral y el académico, detalla.
En el caso de los trastornos del neurodesarrollo, menciona que constituyen situaciones permanentes, porque desde que nacen tienen esta condición particular y de su detección adecuada en etapas tempranas de la vida dependerá en mucho su futuro. “El problema es que muchas veces ni siquiera se detecta”, lamenta.
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“Son condiciones que también requieren ser detectadas y ser atendidas; en tanto no se den los abordajes adecuados desde el punto de vista psiquiátrico, psicológico, cognitivo, pedagógico, propiamente de un enfoque de salud integral, no podrán ejercer de una manera totalmente funcional”, puntualiza.
El médico anota que quienes están en una situación de discapacidad psicosocial son sujetos de ayuda y aclara que la etiqueta se les pone para saber dónde orientar la atención mas no como una condición que busque la discriminación o marginación.
Expresa que hay que tener cuidado con los diagnósticos, pues deben estar basados en estudios individuales y, en función de eso, utilizar las categorizaciones para definir los planes de atención y de abordaje necesarios.
Subraya que los equipos de salud mental integrales son fundamentales para poder diseñar ajustes que puedan ayudar en los diferentes ámbitos, en su caso, en los universitarios.
Actualmente la Universidad Veracruzana tiene entre su comunidad estudiantil a personas que entran en esta situación de discapacidad, por lo cual toca seguir trabajando para una verdadera inclusión, dijo en su participación en el programa de salud “Naturalmente Universitario”.
