Estela Martínez permanece doce horas seguidas en su trabajo de vigilancia en el acceso principal de un hospital de esta ciudad. Su labor es cansada por el tiempo que debe pasar de pie, aunque sí tiene algunos momentos de descanso. Ella desconoce que se discute un proyecto en el Senado llamado “Ley Silla”, que prohíbe obligar a los y las trabajadoras a estar de pie durante la totalidad de la jornada laboral.
Tímida por el temor a recibir un castigo por quejarse, explica que tiene varios meses que ingresó a trabajar a una empresa de seguridad que brinda vigilancia en hospitales y dependencias.
“La verdad es que el horario de trabajo es de 12 horas en el acceso al hospital, “no hay caseta ni silla, cuando descansan se sientan en los bordes una barda, pues es pesado pero ahora con el frío que hace no solo en la madrugada sino todo el día, se hace muy pesado”.
Señala que junto a su compañero se cubren bien debajo del uniforme que portan, “pero el frío cala los huesos, por lo que tratamos de estarnos moviendo para mantener el calor y soportar de la mejor forma este horario tan largo”.
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Indica que hay momentos en los que le duelen los pies y las piernas, por no poder sentarse. “A toda hora están entrando y saliendo personas así que si hay un descanso es poco, pero es el trabajo que encontré y lo necesito así que tampoco puedo quejarme con mis jefes”.
Dice que desconoce que haya una ley que busque obligar a su empresa a darle una silla cómoda, “sería bueno, aunque en este lugar es complicado porque ¿a qué hora nos sentamos? Siempre hay personas entrando y saliendo".
No hay tiempo para sentarse
Por su parte, Efraín Colorado Páez, de 39 años, comenta que siempre ha tenido trabajos de mesero y empleado en tiendas del centro. “En algunos lugares pues si contamos con una silla para sentarse, pero en otros si eso, porque la actividad amerita que esté uno en movimiento la mayor parte del tiempo”.
Comenta que la verdad es que los primeros años fueron fáciles, “estaba chavo y aguantaba todo. Pero en la actualidad tras casi 19 años de trabajar en distintos comercios, ya no es lo mismo, por lo que si le gustaría que en sus lugares de trabajo hubiera alguna silla cómoda donde tomarse un descanso durante la jornada laboral”.
Ser mesero en una labor que requiere de bastante movilidad cuando hay clientes, “pero también hay horas flojas en las que hay sitios donde no se permite sentarte, te ponen a limpiar las mesas y a apoyar en otras actividades, “por lo que sería bueno que avanzara esta ley que les permita tener algunos lapsos de descanso”.
Ahora labora en un restaurante de carnes en la zona de Monte Magno y a pesar de que hay mucho trabajo, “por ejemplo no se nos da comida, tenemos que llevar los alimentos y eso que trabajamos casi 10 horas seguidas. Así que creo que si le pedimos a los dueños una silla cómoda para descansar igual y nos despiden”.
¿En qué consiste la Ley Silla?
Mientras tanto, en el Senado de la República en las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social y de Estudios Legislativos aprobaron, por unanimidad, el dictamen que obliga a patrones a proveer de asientos o sillas, con respaldos suficientes, a los trabajadoras de los sectores de servicios, comercio y similares, tanto para la ejecución de sus funciones como para el descanso periódico durante la jornada laboral.
Este proyecto, que modifica la Ley Federal del Trabajo, plantea que dicha condición "sólo podrá limitarse cuando la naturaleza del trabajo implique riesgos a la seguridad e integridad de las personas trabajadoras, derivados de tomar asiento durante el desarrollo de la función laboral“.
También prohíbe obligar a los empleados a permanecer de pie durante la totalidad de su jornada.
Se plantea que el incumplimiento de esa obligación sea sancionada con una multa que varía de 250 a dos mil 500 veces la Unidad de Medida y Actualización, y que en caso de reincidencia y a juicio de la Inspección Laboral, se pueda ordenar la suspensión temporal de las actividades.