Este domingo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que ha solicitado a su gobierno que considere si tiene competencias para declarar una emergencia de salud pública relacionada con el aborto a raíz de la decisión del Tribunal Supremo de anular el caso Roe contra Wade.
Los comentarios los hizo después de que firmó el viernes un decreto para facilitar el acceso a los servicios de interrupción del embarazo.
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Biden, un demócrata, ha estado bajo la presión de su propio partido para que actúe tras la histórica decisión del mes pasado que anuló el falló de Roe v. Wade, el protegió durante 50 años los derechos reproductivos de las mujeres.
Anuncian medidas para proteger los derechos reproductivos
El pasado viernes, Biden anunció que su gobierno tomará medidas para proteger los derechos reproductivos de las mujeres y aseguró que la forma más rápida de restablecer el derecho al aborto después del fallo de la Corte Suprema que lo anuló sería adoptando una ley en el Congreso, donde su partido no tiene una mayoría sólida.
No se puede dejar una Corte Suprema "fuera de control" restringir las libertades, justificó Biden al firmar en la Casa Blanca un decreto, de alcance limitado, que supuestamente atenuará el impacto de la histórica sentencia del tribunal.
Biden ha recibido presiones de sus partidarios, en particular de los progresistas, para que actúe tras la histórica decisión que tumbó 50 años de protección de los derechos reproductivos de las mujeres.
Según sondeos de opinión, se ha demostrado sistemáticamente que la mayoría de los estadounidenses apoyan algunas restricciones al aborto, pero se oponen a una prohibición total.
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Entre los votantes demócratas, el apoyo al aborto sin restricciones ha saltado del 56 por ciento en 2016 al 71 por ciento el año pasado, según la Encuesta Social General de Estados Unidos, mientras que el apoyo republicano sigue rondando el 34 por ciento.