La nueva presidenta de Perú, Dina Boluarte, presentó a su gobierno, con perfil independiente, mientras que en las calles las protestas por nuevas elecciones adquirían matices violentos tras la destitución del exmandatario Pedro Castillo, luego de su fallido golpe de Estado.
Boluarte, vicepresidenta hasta la destitución de Castillo, designó a un exfiscal anticorrupción y abogado, Pedro Angulo, como jefe del gabinete conformado por 19 ministros, ocho mujeres entre ellos.
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La incorporación de ministros con más perfil técnico que político, como reclamaba el Congreso, puede abrir espacio a la tregua que pidió Boluarte quien debe hacer frente a una ola de protestas por la destitución de Castillo.
“La consolidación de la democracia, el Estado de Derecho, el equilibrio de poderes y la gobernabilidad en el país, es la línea esencial de mi gobierno”, dijo Boluarte en su primer discurso como presidenta.
Boluarte pidió calma y evitar conflictos “que pongan en riesgo nuestra hermandad como peruanos”.
En el interior de Perú las protestas tomaron un rumbo violento con enfrentamientos entre miles de manifestantes y policías en la ciudad surandina de Andahuaylas, en la región Apurímac cuna de Boluarte.
Un policía fue retenido como rehén, siendo exhibido con el rostro oculto y amarrado a un palo, según imágenes de la televisión.
La comisaría de Andahuaylas confirmó que el rehén era un policía. Dicho local fue atacado a pedradas por exaltados manifestantes.
En Arequipa, unos mil kilómetros al sur de Lima, grupos de mineros informales marchaban hacia la capital peruana.
En Lima la mirada estaba centrada en una marcha convocada por grupos de estudiantes, trabajadores y partidos políticos de izquierda.
En el resto del país, los bloqueos de carreteras continúan por tercer día en las zonas surandinas donde Castillo goza del mayor apoyo. Sin embargo, los manifestantes no han crecido en número