No todo es bueno ni malo en el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Ayer, en su Informe, dio cuenta de sus logros, principalmente llevar justicia social a los más pobres con programas sociales de gran alcance, la austeridad que la predica con el ejemplo y el combate a la corrupción (según sus datos ha logrado 200 mil millones de pesos de ahorro al erario), aunque haya un rotundo fracaso en seguridad pública y lucha contra la violencia en este periodo y a pesar de lo cual no variará la estrategia contra el crimen organizado, lo que va a generar más inquietud en los ciudadanos.
Su popularidad, aunque disminuyó después del “culiacanazo”, la masacre de mujeres y niños de la familia LeBarón y el asilo al ex presidente boliviano Evo Morales, se mantiene en alto nivel, como ningún otro Presidente en su primer año de mandato. Hay claroscuros.
Mientras millones de adultos mayores, discapacitados, familias con hijos en edad escolar, universitarios, jóvenes desempleados, mujeres emprendedoras y campesinos tienen ahora nuevos o mayores ingresos por los programas de bienestar que constituyen el eje de la política social del gobierno, otros redujeron sus salarios o perdieron sus empleos por recortes en empresas privadas debido al bajo crecimiento económico.
Buena noticia es que hay finanzas públicas sanas, no se ha recurrido al endeudamiento externo y se frenó el dispendio y abusos del presupuesto de los funcionarios públicos federales; mala es la concentración de poder del presidente, no sólo por un Legislativo dominado por mayorías de Morena en ambas Cámaras que se encargan de obedecer y aprobar leyes que él necesita para construir el nuevo régimen, contra toda oposición de las demás corrientes políticas que hace recordar viejos tiempos; sino también la influencia que ejerce en el nombramiento de miembros en el Poder Judicial que le son afines, lo que también sucedió en la CNDH y la presión a otros como el INE y la Fiscalía General de la República.
En su mensaje de ayer en el Zócalo de la ciudad de México, ante miles de sus simpatizantes, AMLO llegó a su primer año en pie de lucha, con 89 de 100 compromisos cumplidos, y lo aseguró en su arenga: “no estamos jugando, (ni) simulando; está en marcha una nueva forma de hacer política, un cambio de régimen.
En diciembre de 2020 ya estarán establecidas las bases para la construcción de una patria nueva, (y) los conservadores ya no podrán revertir los cambios”. De este Informe, todos sus detalles, irán analizándose a mayor profundidad durante los próximos días.
TALLER DE ACTUALIZACIÓN FISCAL
El sábado, miembros de la Asociación de Periodistas de Veracruz asistieron en la Casa del Periodista a un Taller de Actualización Fiscal donde especialistas en la materia encabezados por el doctor Miguel Ángel Pliego Rivera plantearon la necesidad de conocer y apegarse a las nuevas reglas del SAT que contiene modificaciones que vienen armándose desde 2016 y en 2020 se endurecerán para todos los contribuyentes, omisos principalmente, y cuyos incumplimientos pueden derivar en multas, recargos, intereses moratorios y hasta la pérdida de libertad y del patrimonio, que alcanzaría no solamente a empresas, también a asalariados con ingresos extras no declarados y, principalmente, personas que trabajan por su cuenta.
¿Cómo sucederá eso? Por la tendencia, que rápidamente se convertirá en realidad, del manejo del dinero electrónico y el conrool de ingresos-egresos de cada persona.
Las inconsistencias que hubiera, las revisará la autoridad tributaria y si en el plazo fijado no hay una explicación satisfactoria, procederá conforme lo marca la ley. Cuidado, infórmese, no es asunto menor.
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