/ domingo 28 de noviembre de 2021

¿Capitulación, o aviso?

Han surgido un sinfin de conjeturas sobre la sorpresiva detención del exalcalde de Tierra Blanca y alfil del clan Yunes para la presidencia del Comité estatal del PAN en el estado, en proceso de renovación, Tito Delfín Cano, por personal de la Fiscalía General del Estado.

Una, que podría parecer descabellada pero no lo es, plantearía que esa familia se habría hecho el Harakiri, con una simulada capitulación de su poder al actual gobierno de la 4T y luego victimizandose, como estrategia para desaparecer toda sombra de duda; en este caso, habría que analizar lo que ocurrió previamente con la separación en el Senado de la República de la mujer más cercana a ese círculo político, Indira Rosales San Román, para acompañar a Tito en la planilla como secretaria general, y ese espacio que dejó, inmediatamente pasar a formar parte de la bancada de Morena, solicitado por la suplente, Fabiola Vázquez Saut. ¿A cambio de qué se negoció esa entrega? Hay quienes ven el izamiento de una bandera blanca de la familia del Estero, en busca de la consideración de la 4T para ellos, principalmente del ex gobernador, desaparecido de la escena pública veracruzana desde hace varios meses, bajo el riesgo de una eventual detención por delitos que se le atribuyen durante su gestión como director general del ISSSTE, en tiempos del presidente Felipe Calderón. Si pudiera descartarse el escenario anterior, otra versión razonable sería que desde la Secretaría de Gobierno se operó reactivar la investigación 394/2021 en contra del edil terrablanquense iniciada en mayo de 2017, cuando Yunes era gobernador, y que nunca se archivó, y por lo cual la FGE lo detuvo legalmente por su probable responsabilidad en los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y fraude, con el propósito de interrumpir su paso hacia el PAN, para ir desmantelando y debilitando el poder de MAYL en el estado. Debe recordarse que en el puerto, los Yunes movilizaron su estructura oficial y base militante utilizando todos sus recursos y arrebataron la elección interna al diputado Bingen Rementería Molina, favoreciendo a Miguel Ángel Yunes Márquez como abanderado panista a la alcaldía, y aunque el OPLE invalidó después su candidatura por incumplir el requisito de tres años de residencia efectiva en el municipio, logró imponer a su esposa, Patricia Lobeira, quien tiene constancia de Alcaldesa electa, pero a quien, en próximos días, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación podría revocarle su triunfo. El primer escenario dejaría prácticamente libre el camino a Joaquín Rosendo Guzmán Avilés para reelegirse en el liderato del PAN en Veracruz, y con el retiro de los Yunes del control del PAN, se fortalecería la posibilidad de que el senador Julen Rementería del Puerto alcance sin problemas la candidatura a la gubernatura del estado; si fuera el segundo caso, quienes en los últimos años se convirtieron en amos y señores de la franquicia panista en Veracruz-Boca del Río, principal zona conurbada de la entidad, tendrían motivos para inquietarse, pues se avisa que va en serio la acción de la justicia en su contra y de todos sus aliados con cuentas pendientes. El ex fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, a quien Yunes quitó de ese cargo, persiguió y logró meterlo un tiempo a la cárcel de donde salió exonerado, tuiteó: “ahora se espantan yunistas. El tirano más agudo fue Miguel Ángel Yunes Linares; ahora sus corifeos se asustan”, en respuesta a los pronunciamientos de indignación de actores políticos ligados al ex mandatario estatal por la detención de Delfín. Claro, habrá que observar si hay fundamentos legales para su aprehensión, o si sólo se trata de un acto represivo contra los adversarios de Morena.

opedro2006@gmail.com

Han surgido un sinfin de conjeturas sobre la sorpresiva detención del exalcalde de Tierra Blanca y alfil del clan Yunes para la presidencia del Comité estatal del PAN en el estado, en proceso de renovación, Tito Delfín Cano, por personal de la Fiscalía General del Estado.

Una, que podría parecer descabellada pero no lo es, plantearía que esa familia se habría hecho el Harakiri, con una simulada capitulación de su poder al actual gobierno de la 4T y luego victimizandose, como estrategia para desaparecer toda sombra de duda; en este caso, habría que analizar lo que ocurrió previamente con la separación en el Senado de la República de la mujer más cercana a ese círculo político, Indira Rosales San Román, para acompañar a Tito en la planilla como secretaria general, y ese espacio que dejó, inmediatamente pasar a formar parte de la bancada de Morena, solicitado por la suplente, Fabiola Vázquez Saut. ¿A cambio de qué se negoció esa entrega? Hay quienes ven el izamiento de una bandera blanca de la familia del Estero, en busca de la consideración de la 4T para ellos, principalmente del ex gobernador, desaparecido de la escena pública veracruzana desde hace varios meses, bajo el riesgo de una eventual detención por delitos que se le atribuyen durante su gestión como director general del ISSSTE, en tiempos del presidente Felipe Calderón. Si pudiera descartarse el escenario anterior, otra versión razonable sería que desde la Secretaría de Gobierno se operó reactivar la investigación 394/2021 en contra del edil terrablanquense iniciada en mayo de 2017, cuando Yunes era gobernador, y que nunca se archivó, y por lo cual la FGE lo detuvo legalmente por su probable responsabilidad en los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y fraude, con el propósito de interrumpir su paso hacia el PAN, para ir desmantelando y debilitando el poder de MAYL en el estado. Debe recordarse que en el puerto, los Yunes movilizaron su estructura oficial y base militante utilizando todos sus recursos y arrebataron la elección interna al diputado Bingen Rementería Molina, favoreciendo a Miguel Ángel Yunes Márquez como abanderado panista a la alcaldía, y aunque el OPLE invalidó después su candidatura por incumplir el requisito de tres años de residencia efectiva en el municipio, logró imponer a su esposa, Patricia Lobeira, quien tiene constancia de Alcaldesa electa, pero a quien, en próximos días, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación podría revocarle su triunfo. El primer escenario dejaría prácticamente libre el camino a Joaquín Rosendo Guzmán Avilés para reelegirse en el liderato del PAN en Veracruz, y con el retiro de los Yunes del control del PAN, se fortalecería la posibilidad de que el senador Julen Rementería del Puerto alcance sin problemas la candidatura a la gubernatura del estado; si fuera el segundo caso, quienes en los últimos años se convirtieron en amos y señores de la franquicia panista en Veracruz-Boca del Río, principal zona conurbada de la entidad, tendrían motivos para inquietarse, pues se avisa que va en serio la acción de la justicia en su contra y de todos sus aliados con cuentas pendientes. El ex fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, a quien Yunes quitó de ese cargo, persiguió y logró meterlo un tiempo a la cárcel de donde salió exonerado, tuiteó: “ahora se espantan yunistas. El tirano más agudo fue Miguel Ángel Yunes Linares; ahora sus corifeos se asustan”, en respuesta a los pronunciamientos de indignación de actores políticos ligados al ex mandatario estatal por la detención de Delfín. Claro, habrá que observar si hay fundamentos legales para su aprehensión, o si sólo se trata de un acto represivo contra los adversarios de Morena.

opedro2006@gmail.com