/ miércoles 21 de agosto de 2019

Deporte en México, torpedeado por el populismo

Desde que inició este gobierno, el pasado 1 de diciembre, hace poco más de nueve meses, ha estado plagado de contradicciones. La muestra más reciente la hemos vivido con el deporte en México.

Nuestros atletas tuvieron un papel preponderante en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Basta echarle un ojo al medallero para comprobar su gran desempeño: 136 medallas, de las cuales fueron 37 de oro, 36 de plata y 63 de bronce, lo que nos ubicó como el cuarto país con mejores resultados en dicha justa. Por cierto, destaca el papel de nuestros atletas veracruzanos y, por supuesto, la cantidad de medallas conseguidas por mujeres. Ahora toca el turno a los atletas parapanamericanos, quienes también lo entregan todo en cada competencia.

A muchos de estos grandes deportistas los vemos competir justa tras justa, a pesar de las dificultades, pues es parte de su fogueo, de su formación y, como en esta ocasión, su pase directo para los Juegos Olímpicos; por eso molestó tanto que los neofuncionarios quisieran hacer caravana con sombrero ajeno, colgándose de un triunfo en el que nada tuvieron que ver, que fue incluso a pesar de ellos.

Una queja constante de deportistas, a lo largo y ancho del país, ha sido la falta de apoyos, el recorte a sus becas. Semanas atrás, justo previo al arranque de los Panamericanos, la Federación, en aras de su austeridad republicana, desapareció el Laboratorio de Control y Previsión del Dopaje, de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), a pesar de que estaba acreditado por la Agencia Mundial Antidopaje, pues para el gobierno 35 millones de pesos al año era un gasto y no una inversión en deporte.

En redes sociales, principalmente, hemos visto el testimonio de grandes promesas del deporte lamentarse porque su beca prácticamente se extinguió, a pesar de que los atletas se levantan desde muy temprana hora a practicar, requieren dietas especiales, gastos de traslados, entrenadores e insumos para destacar en sus disciplinas.

Pero en esa bipolaridad con que se conduce el nuevo gobierno federal, anunció, primero, la compra de dos estadios deportivos, de beisbol por supuesto, aunque seguimos esperando por parte de la Secretaría de Bienestar el anuncio de una partida millonaria, por ejemplo, para la rehabilitación de canchas deportivas y gimnasios, que tanto se requieren instalar y atender en los municipios.

Con los mil 57 millones de pesos que tienen proyectados destinar a la adquisición de los estadios en Sonora, a través de Banobras, se podrían emprender muchas buenas acciones en pro del deporte. Anunciar que los 102 millones de pesos obtenidos por la venta de una casa incautada se destinarán para recompensar los logros de nuestros atletas no es suficiente, es solo un paliativo.

Por eso, en unas semanas más, cuando iniciemos la discusión de lo que será el presupuesto de 2020, quienes integramos el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados pugnaremos para que no sea el deporte otro de los rubros por donde quieran Morena y el gobierno federal pasar tijera. Por el contrario, tenemos que insistir en que se invierta en infraestructura, en programas de fomento, en becas para las y los grandes talentos que tenemos en el estado y en todo México. Es también una manera de prevenir el delito y propiciar buenos modelos en los más pequeños.

Todo lo que destinemos hoy en educación, ciencia, tecnología y deporte, tendrá un impacto significativo en el proyecto de nación que queremos construir para las nuevas generaciones y todas las que habrán de venir, aunque algunos eso no lo vean.

@AniluIngram

Desde que inició este gobierno, el pasado 1 de diciembre, hace poco más de nueve meses, ha estado plagado de contradicciones. La muestra más reciente la hemos vivido con el deporte en México.

Nuestros atletas tuvieron un papel preponderante en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Basta echarle un ojo al medallero para comprobar su gran desempeño: 136 medallas, de las cuales fueron 37 de oro, 36 de plata y 63 de bronce, lo que nos ubicó como el cuarto país con mejores resultados en dicha justa. Por cierto, destaca el papel de nuestros atletas veracruzanos y, por supuesto, la cantidad de medallas conseguidas por mujeres. Ahora toca el turno a los atletas parapanamericanos, quienes también lo entregan todo en cada competencia.

A muchos de estos grandes deportistas los vemos competir justa tras justa, a pesar de las dificultades, pues es parte de su fogueo, de su formación y, como en esta ocasión, su pase directo para los Juegos Olímpicos; por eso molestó tanto que los neofuncionarios quisieran hacer caravana con sombrero ajeno, colgándose de un triunfo en el que nada tuvieron que ver, que fue incluso a pesar de ellos.

Una queja constante de deportistas, a lo largo y ancho del país, ha sido la falta de apoyos, el recorte a sus becas. Semanas atrás, justo previo al arranque de los Panamericanos, la Federación, en aras de su austeridad republicana, desapareció el Laboratorio de Control y Previsión del Dopaje, de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), a pesar de que estaba acreditado por la Agencia Mundial Antidopaje, pues para el gobierno 35 millones de pesos al año era un gasto y no una inversión en deporte.

En redes sociales, principalmente, hemos visto el testimonio de grandes promesas del deporte lamentarse porque su beca prácticamente se extinguió, a pesar de que los atletas se levantan desde muy temprana hora a practicar, requieren dietas especiales, gastos de traslados, entrenadores e insumos para destacar en sus disciplinas.

Pero en esa bipolaridad con que se conduce el nuevo gobierno federal, anunció, primero, la compra de dos estadios deportivos, de beisbol por supuesto, aunque seguimos esperando por parte de la Secretaría de Bienestar el anuncio de una partida millonaria, por ejemplo, para la rehabilitación de canchas deportivas y gimnasios, que tanto se requieren instalar y atender en los municipios.

Con los mil 57 millones de pesos que tienen proyectados destinar a la adquisición de los estadios en Sonora, a través de Banobras, se podrían emprender muchas buenas acciones en pro del deporte. Anunciar que los 102 millones de pesos obtenidos por la venta de una casa incautada se destinarán para recompensar los logros de nuestros atletas no es suficiente, es solo un paliativo.

Por eso, en unas semanas más, cuando iniciemos la discusión de lo que será el presupuesto de 2020, quienes integramos el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados pugnaremos para que no sea el deporte otro de los rubros por donde quieran Morena y el gobierno federal pasar tijera. Por el contrario, tenemos que insistir en que se invierta en infraestructura, en programas de fomento, en becas para las y los grandes talentos que tenemos en el estado y en todo México. Es también una manera de prevenir el delito y propiciar buenos modelos en los más pequeños.

Todo lo que destinemos hoy en educación, ciencia, tecnología y deporte, tendrá un impacto significativo en el proyecto de nación que queremos construir para las nuevas generaciones y todas las que habrán de venir, aunque algunos eso no lo vean.

@AniluIngram

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