/ domingo 25 de julio de 2021

Envían un inquietante mensaje

El atentado a balazos que sufrió el viernes por la noche en Xalapa el subprocurador del Medio Ambiente, exdiputado local y exalcalde de Juchique de Ferrer, Ernesto Cuevas Hernández "El Gallo Bolo"...

Y cuya vida pende de un hilo, metafóricamente hablando es una bofetada a los gobiernos federal y estatal de lo que llaman exitosa estrategia de seguridad, e independientemente de los motivos que hubiese causado esa violenta agresión, coloca en una delicada situación de vulnerabilidad a quienes desempeñan funciones públicas, cuando los grupos delictivos que han provocado la interminable escalada de violencia que vive Veracruz, ya no sólo enfocan sus baterías contra alcaldes, exalcaldes, exdiputados y candidatos a puestos de elección popular, y ahora lo hacen contra un alto funcionario del estado; al mismo tiempo, ese hecho no parecería ser una coincidencia en vísperas de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, el sábado, a tierras veracruzanas, sino probablemente un acto de desafío deliberado.

¿Qué expresó el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, responsable de mantener la estabilidad política y pública del Estado, ante este grave acontecimiento? Que tal crimen no quedará impune, estribillo común que se repite cada vez que ocurre un delito sustantivo en la entidad, recurso discursivo, pues en los hechos siguen acumulándose crímenes, ejecuciones, secuestros o feminicidios, sin ser totalmente resueltos.

Y es que, precisamente, el Presidente de la República encabezó el domingo la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz en la capital del estado y necesariamente tuvo plantearse este caso, y más tarde inauguró en Xalapa el cuartel de la Guardia Nacional, quinto de once que operarán en nuestro territorio “para garantizar la paz y seguridad”; tras el episodio del atentado, difícilmente Veracruz habría obtenido una buena calificación en materia de seguridad. Si los grupos criminales ya atentan contra funcionarios del gobierno del estado, el asunto podría ser el inicio de una escalada de violencia inimaginable, y puede dar idea de la indefensión en que se encuentra el esto de la población que carece de la seguridad que siempre acompaña a esos funcionarios, a pesar de lo cual no se salvan del riesgo de quienes siguen imponiéndose al gobierno con el poder de las armas y la violencia.

¿Qué mensaje enviaron los criminales que dispararon en contra de "El Gallo Bolo"? Hay varias hipótesis, una de ellas relacionada con temas de actos abusivos en contra de empresas que infringieron la ley ambiental y, otra, una presumible amenaza que públicamente el propio funcionario expresó previamente por parte de la alcaldesa de su pueblo natal. Pero, a todo esto, valdría la pena preguntar si continuará la misma estrategia de abrazos y no balazos contra el crimen organizado, que difícilmente cambiará, a pesar de los hechos que advierten un evidente fracaso de tal decisión.

opedro2006@gmail.com

El atentado a balazos que sufrió el viernes por la noche en Xalapa el subprocurador del Medio Ambiente, exdiputado local y exalcalde de Juchique de Ferrer, Ernesto Cuevas Hernández "El Gallo Bolo"...

Y cuya vida pende de un hilo, metafóricamente hablando es una bofetada a los gobiernos federal y estatal de lo que llaman exitosa estrategia de seguridad, e independientemente de los motivos que hubiese causado esa violenta agresión, coloca en una delicada situación de vulnerabilidad a quienes desempeñan funciones públicas, cuando los grupos delictivos que han provocado la interminable escalada de violencia que vive Veracruz, ya no sólo enfocan sus baterías contra alcaldes, exalcaldes, exdiputados y candidatos a puestos de elección popular, y ahora lo hacen contra un alto funcionario del estado; al mismo tiempo, ese hecho no parecería ser una coincidencia en vísperas de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, el sábado, a tierras veracruzanas, sino probablemente un acto de desafío deliberado.

¿Qué expresó el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, responsable de mantener la estabilidad política y pública del Estado, ante este grave acontecimiento? Que tal crimen no quedará impune, estribillo común que se repite cada vez que ocurre un delito sustantivo en la entidad, recurso discursivo, pues en los hechos siguen acumulándose crímenes, ejecuciones, secuestros o feminicidios, sin ser totalmente resueltos.

Y es que, precisamente, el Presidente de la República encabezó el domingo la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz en la capital del estado y necesariamente tuvo plantearse este caso, y más tarde inauguró en Xalapa el cuartel de la Guardia Nacional, quinto de once que operarán en nuestro territorio “para garantizar la paz y seguridad”; tras el episodio del atentado, difícilmente Veracruz habría obtenido una buena calificación en materia de seguridad. Si los grupos criminales ya atentan contra funcionarios del gobierno del estado, el asunto podría ser el inicio de una escalada de violencia inimaginable, y puede dar idea de la indefensión en que se encuentra el esto de la población que carece de la seguridad que siempre acompaña a esos funcionarios, a pesar de lo cual no se salvan del riesgo de quienes siguen imponiéndose al gobierno con el poder de las armas y la violencia.

¿Qué mensaje enviaron los criminales que dispararon en contra de "El Gallo Bolo"? Hay varias hipótesis, una de ellas relacionada con temas de actos abusivos en contra de empresas que infringieron la ley ambiental y, otra, una presumible amenaza que públicamente el propio funcionario expresó previamente por parte de la alcaldesa de su pueblo natal. Pero, a todo esto, valdría la pena preguntar si continuará la misma estrategia de abrazos y no balazos contra el crimen organizado, que difícilmente cambiará, a pesar de los hechos que advierten un evidente fracaso de tal decisión.

opedro2006@gmail.com