Más allá de los números que cada determinado tiempo difunde el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública sobre los índices delictivos en Veracruz y en municipios como Coatzacoalcos, Orizaba y Xalapa, están los hechos contundentes que ocurren todos los días, como los tres ejecutados de ayer en la región de la capital veracruzana.
Son esos sucesos los que tienen a los veracruzanos exigiendo justicia, seguridad, paz y tranquilidad en sus casas, en las calles, en sus barrios, en sus colonias, en sus festejos y hasta en sus velorios.
Lo mismo se escucha la exigencia para el presidente Andrés Manuel López Obrador, que para el gobernador Cuitláhuac García, y para quienes son sus colaboradores en las dependencias encargadas de combatir la delincuencia y en las que deben investigar los delitos y castigar a los responsables.
Ambos gobernantes asumieron sus encargos el primero de diciembre del año pasado, por lo que llevan más de cuatro meses y medio ejerciendo el poder en el país y en el estado.
Por distintos rumbos de la geografía veracruzana se escucha el clamor, que más bien suena a exigencia: ya basta de justificaciones, explicaciones y de responsabilizar a los que se fueron. Queremos resultados.
Ambos mandatarios enarbolaron como bandera de campaña el ofrecimiento de que sacarían al Ejército de las calles y que lograrían de inmediato la pacificación del país acabando con los crímenes de la delincuencia organizada.
No han cumplido ni lo uno ni lo otro, al contrario, la percepción generalizada es que la violencia se ha recrudecido y con ella las ejecuciones, los secuestros, los feminicidios, las extorsiones, los asaltos y los asesinatos de periodistas, entre otros delitos.
El clamor, que más bien se escucha como exigencia, es que haya paz y tranquilidad, que las amas de casa puedan salir seguras al mercado, que los niños y los jóvenes puedan ir a la escuela sin miedo a ser asesinados o secuestrados en el camino.
También que la gente deje de tener miedo dentro de su casa y en las calles de su colonia, de su vecindario y de su barrios, que no les dé miedo acudir a ventanilla del banco o al cajero y que puedan salir a trabajar con la certeza de que van a regresar vivos a sus hogares.
El veracruzano de a pie también se pregunta de qué le sirve que un residente diga que tenemos un gobernador honesto y que no se corrompe si eso no ha resuelto el grave problema de la inseguridad y la violencia que tiene a mucha gente prácticamente secuestrada y con miedo dentro de su casa.
Se cuestionan también sobre el beneficio que le deja a los trabajadores y las amas de casa ya los familiares de los desaparecidos el que su gobernador sea vitoreado por su presidente.
Lo que la gente quiere y exige son resultados y que se acabe la zozobra que padece todos los días, y ya no quiere sentir miedo en ninguna parte de su territorio. Ese es el clamor, esa es la demanda.
La poetisa Ely Núñez, conocida como Ángel de la Poesía, ha girado una invitación para asistir a su Recital Poético de Gala que tendrá lugar el próximo sábado 27 a las 18 horas en el Casino Xalapeño, que está ubicado en Zamora 14, en el Centro de Xalapa. De esa manera celebrará sus 52 años de trayectoria artística y será homenajeada con el nombramiento de Poeta Emérita de Veracruz por la Academia Nacional de Poesía en el Estado de Veracruz, que preside Marco Antonio Figueroa Quinto.
Todo va encaminado a que Marlon Ramírez gane la contienda por la presidencia del PRI estatal.
En Xalapa tiene a un gran aliado que lo apoya. Se trata de un exalcalde y exsubprocurador que hará todo lo que esté a su alcance para que en la capital el porteño triunfe sin sobresaltos. Y en el resto de la entidad Marlon tiene aliados de ese nivel.
Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter @renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.
