Ayer el PRI cumplió 89 años de su fundación y ni aún con un discurso en apariencia innovador del candidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña que retomó los ideales de Luis Donaldo Colosio, cambia la deteriora imagen que arrastra por el mal desempeño de sus gobiernos, sobre todo por la impunidad, corrupción, violencia y malas decisiones que afectan la economía familiar de los mexicanos. Meade no es priísta, es candidato ciudadano al que dicho partido apostó para rescatar algo de la confianza perdida de los mexicanos, y de paso atraer votos de panistas que lo ven con simpatía al haber participado en los dos gobiernos de la República de esa filiación; pero esa fórmula no ha resultado efectiva hasta ahora, pese a tratarse de un hombre de impecables cartas de presentación, limpia trayectoria personal y en el servicio público, preparado e inteligente. Pesa más la loza que carga de un partido que como gobierno ha sido ineficaz, ineficiente y corrupto. ¿De qué sirve que reconozca los errores cometidos por el PRI en el gobierno? La mayoría de la gente está convencida de que con él o cualquier otro que fuera el candidato, ya en el gobierno no habría los cambios que anhela, al contrario, mantendría la continuidad en lo que más han sufrido: desempleo, bajos salarios, altos precios en los alimentos, gasolina cara, más y mayores impuestos e inseguridad, entre muchos otros errores atribuibles a este partido a quien tampoco debe señalársele sólo lo malo, pues en contraparte, al actual partido en el poder debe atribuírsele la creación de sólidas instituciones de salud y seguridad social que aún permanecen, un poder judicial confiable, educación gratuita y, sobre todo estabilidad y paz social, así como libertad de expresión, con todo y que la limite la ley recientemente aprobada en la materia. En resumen, no ha cumplido hasta hoy lo establecido en su declaración de principios y programa de acción. ¿Se puede salvar nuevamente el PRI en esta elección? ¿Se puede creer en Meade? ¿En un cambio verdadero? Los especialistas no lo creen, fijan la mirada en los adversarios, Ricardo Anaya Cortés del PAN-PRD-MC, pero en especial en la cómoda ventaja de Andrés Manuel López Obrador, de Morena, y su discurso de recriminación que los mexicanos quieren escuchar, aún con todos los grises en su trayectoria académica, de su inexplicable forma de vida sin generar ingresos propios y las cuestionadas incorporaciones a su candidatura de personajes impresentables o desechos de otros partidos, todo lo cual parecería favorecerlo en vez de afectarlo. No, el PRI en sus 89 años de vida, no la tiene nada fácil en esta elección y en las condiciones del país más parecería próximo a su jubilación.
HÉCTOR, OXÍGENO PARA MEADE Y PEPE EN VERACRUZ
El senador y ex candidato del PRI a Gobernador, Héctor Yunes Landa, fue nombrado por el candidato presidencial priista José Antonio Meade Kuribreña como su coordinador de campaña en Veracruz. Es de buen signo su incorporación, y no solamente será útil para ayudar a Meade a sumar votos, sobre todo abonará en mucho a la alicaída campaña política del abanderado tricolor a la gubernatura, José Francisco Yunes Zorrila, quien se mantiene como tercero en intención del voto ciudadano, de acuerdo con las últimas encuestas. Héctor es una pieza clave y con ella el PRI se coloca en posición de competencia frente a sus adversarios de MORENA y del PAN-PRD.
CRÍMEN Y, AHORA, CASOS DE NEPOTISMO EN MEDELLÍN
Hay signos de justicia en el caso del crimen presumiblemente cometido por funcionarios de Tránsito en Medellín a un taxista a quien trataron de someter y en el que participó el ex delegado de esa corporación, ya tres vinculados a proceso --dos agentes y él--, a quienes un juez de control dictó prisión preventiva de dos años por esos lamentables hechos, ocurridos el jueves pasado. Hay versiones periodísticas --sin confirmar-- que de que este asesinato ocurrió en presencia de elementos de la Fuerza Civil, lo cual, si se comprueba, también deberán ser llamados a cuentas para la responsabilidad que les resulte, sea por omisión o complicidad, o ambas. El asunto ha causado indignación y sirve ahora para poner en evidencia en redes sociales la complacencia, o ausencia de liderazgo, del novel alcalde Hipólito Deschamps Espino Barros por los casos de nepotismo que cometen la síndica Hilda Nava Seseña, y el secretario del Ayuntamiento, Luis Hernández Acevedo, al colocar a varios de su perentela en importantes cargos administrativos ¿qué pasa ahí?.
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