Son recurrentes los secuestros, levantones y asesinatos de jóvenes y de mujeres en el territorio veracruzano.
Estos hechos violentos han venido ocurriendo desde hace varios años y por más que el gobierno anuncia una y otra vez que no va a permitir que haya más agresiones de ese tipo, nada las ha podido frenar.
El asesinato ayer en ciudad Mendoza de la joven estudiante Valeria Cruz Medel mereció una atención especial y trascendió las fronteras estatales porque se trató de la hija de la diputada federal Carmen Medel.
Sin embargo, la condena generalizada como se dio ayer de ese hecho sangriento tendría que ser la misma en todos los casos, sin importar si la víctima es hija o no de un legislador, porque lo importante es que se trata de la vida de una persona.
Todo feminicidio, infanticidio y demás asesinatos tendrían que recibir la misma condena unánime.
Claro que lo ideal es que en Veracruz no haya violencia ni secuestros ni levantones y que no sean asesinadas las mujeres ni los jóvenes ni los adultos ni los niños.
Lo ideal es que el gobierno cumpla con su obligación de garantizar la tranquilidad y la seguridad de los veracruzanos, pero no sólo en el discurso, sino que pase de las palabras a los hechos.
Porque los hechos ya rebasaron los discursos oficiales. Por ejemplo, el miércoles se reportó el caso de una joven menor de edad, quien fue presuntamente secuestrada por sujetos que la abordaron cuando salía de su domicilio en el municipio de Actopan. Esto habría sido el martes.
Ese mismo día se informó sobre la desaparición de Eduardo Sánchez Bustos, originario de la Ciudad de México, quien es buscado desde el 30 de octubre pasado tras no saberse de él en la ciudad de Veracruz. Tiene 23 años de edad.
Otra persona que está desaparecida desde el 24 de octubre es Elizabeth Figueroa Álvarez, quien fue vista por última vez en compañía de sus hijos de dos y ocho años de edad, en el centro comercial El Coyol, al poniente de la ciudad de Veracruz.
En Las Choapas, un hombre habría escapado de personas que lo tenían privado de su libertad. Pidió el apoyo de agentes ministeriales. Presuntamente, el joven de 33 años de edad estuvo privado de su libertad y dijo que logró escapar en un descuido de sus captores.
Desde el 9 de septiembre amigos y familiares desconocen el paradero de S. S. R. luego de que lo vieron cuando se marchaba a bordo de una camioneta en compañía de presuntos hombres armados que llegaron a su domicilio en el municipio de Juan Rodríguez Clara.
Familiares de Isaac Murillo Gómez, de 18 años de edad, aseguran haber perdido el rastro del joven desde el domingo, cuando fue visto por última vez a bordo de su motocicleta en La Laguna, municipio de Ciudad Isla, cuando iba a visitar unos amigos.
La lista es tan larga e interminable que rebasa los discursos oficiales que insisten en que en Veracruz se combate la delincuencia y que los índices delictivos van a la baja.
Llama la atención que Roberto Ramos Alor aún no despacha como secretario de Salud y ya está pensando en despedir trabajadores de esa dependencia. De entrada señaló que para que la dependencia funcione requiere de por lo menos 15 mil millones de pesos, es decir, la mitad de los 30 mil millones de pesos que el gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez, solicitará al gobierno federal para el rescate financiero del estado.
En sus declaraciones del lunes, no descartó que al entrar en funciones la próxima administración estatal realice una reingeniería de los Servicios de Salud de Veracruz en razón de que el gobierno que se va y los anteriores "engordaron" las nóminas de las dependencias y como consecuencia la mitad de los recursos se van en pago de salarios y prestaciones.
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