Poco a poco el partido Morena va asumiendo su papel como gobierno y no le ha sido fácil demostrar que sabe gobernar y que puede resolver los problemas de la gente.
Primero fueron los alcaldes que tras ganar la elección del año pasado están por cumplir su primer año, la mayoría con dificultades y muchos se escudan en la falta de recursos y en los problemas que heredaron de pasadas administraciones, sobre todo donde gobernaron el PAN y el PRI.
Luego fueron los diputados federales y los senadores quienes desde el Congreso de la Unión han encontrado pretextos para cumplir las promesas de campaña, como aquella de que acabarían con privilegios para los legisladores y se bajarían el sueldo.
Como hemos visto, más allá de que tengan o no la intención de hacerlo y que actúen o no de buena fe, no han podido cumplir. Al menos hasta ahora siguen ganando lo mismo y no se ve sencillo que vayan a reducirse la dieta que cobran cada mes.
Hace poco les tocó asumir funciones a los diputados locales y lo primero que hicieron los morenos fue dividirse, un grupo lo coordina Amado Cruz Malpica y el otro, Juan Javier Gómez Cazarín.
Como grupo mayoritario, a los de Morena les correspondería presidir la Junta de Coordinación Política, misma que ya estarían controlando si se hubieran puesto de acuerdo en tener un solo coordinador, pero ante la división optaron porque sea hoy cuando tomen la decisión de quién encabezará la pretendida Jucopo.
No va a ser sencillo a menos que quienes estén moviendo los hilos desde la Ciudad de México se den cuenta que esa división les afecta y que lo más conveniente es que lleguen a un acuerdo de unidad, aunque sea momentánea.
Pero saben que pueden ejercer el poder y quieren hacerlo, demostrarlo, sin importar que como partido se fracturen.
Siguen en el orden, los que ganaron la presidencia del país y la gubernatura de Veracruz, Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García Jiménez. Ambos tendrán seis años para demostrar que pueden hacer todo lo que ofrecieron en campaña, como acabar con los problemas de inseguridad y de violencia.
Por lo pronto ya avisaron que no van a bajar los precios de las gasolinas, el gas y la luz, por lo menos en los primeros tres años de gobierno y que más bien debemos prepararnos para seguir resintiendo aumentos en los precios.
Esperemos ahora el aviso de cuántos años van a tardar en darle tranquilidad y seguridad a los mexicanos y a los veracruzanos, porque así como les pasa con la luz, con los sueldos y con los combustibles, el de la inseguridad será otra promesa muy difícil de cumplir.
Al tiempo.
En la zona de Los Tuxtlas se comenta que en días pasados, la síndica de San Andrés Tuxtla, María Elena Cadena Bustamante, decidió participar en una marcha para exigir la destitución del alcalde de Santiago Tuxtla, Argéniz Vázquez Copete, porque apoya la creación del municipio 213 y ella está en contra.
La razón que argumenta la síndica es que aunque pertenece al Ayuntamiento de San Andrés, es oriunda de Santiago y se siente afectada y por eso marchó pidiendo la cabeza de Argéniz, quien por cierto es hijo de la exdiputada del PRD Jazmín Copete Zapot.
No hay que olvidar que Pérez Garay ganó en San Andrés como candidato independiente, mientras que Argéniz lo hizo en Santiago apoyado por el PRD y en este último lugar nació la síndica Cadena.
Ayer se comentó que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares había decidido suspender su segundo informe de gobierno, sin embargo, de su oficina se dio a conocer que no se suspende, que el jueves 15 será presentado el informe al Congreso como lo marca la ley y que en los últimos días de gobierno informará a detalle a los veracruzanos para hablar de las últimas obras de su administración que aún le quedan por inaugurar.
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