Tienen razón quienes se manifiestan en contra de la violencia y la inseguridad y quienes reclaman la falta de medicamentos y de tratamientos para niños enfermos de cáncer.
También están en su derecho de reclamar aquellos que no tienen empleo y quienes estando empleados no perciben una remuneración justa ni formal.
De la misma forma son normales las críticas y exigencias porque no han bajado las tarifas de luz ni los precios de las gasolinas.
Y son de esperarse los recordatorios insistentes de que el gobierno no ha logrado el crecimiento económico anunciado y lo mantiene en cero.
Estos pendientes y muchos otros forman parte de la agenda que ya tiene elaborada la oposición para continuar con el desgaste que han sufrido el gobierno y su partido ante la sociedad.
Nada más oportuno, por ejemplo, que los hechos violentos y de inseguridad que suceden todos los días para que partidos y grupos opositores le recuerden al gobierno de la 4T que sigue sin cumplir su promesa de garantizar la tranquilidad de las familias veracruzanas.
Fue en ese marco que ayer se dio una marcha en la que participaron alrededor de 600 personas, entre militantes del PRD y no militantes que caminaron por calles de Xalapa para exigir seguridad para los veracruzanos y demandar la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado.
De paso aprovecharon para plantear el nombramiento de un titular de la Fiscalía General del Estado, pues hasta ahora sigue despachando la encargada temporal Verónica Hernández Giadans.
La convocada por el partido del sol amarillo es la primera manifestación formal y abierta de un partido político, este año, en contra del gobierno de Morena, a quien por cierto también le exigieron que se haga justicia por los asesinatos de los exalcaldes de Paso del Macho, Rafael Pacheco Molina, y de Colipa, Víctor Molina Dorantes.
La marcha de ayer sirvió para recordarle a la administración estatal que en su primer año han ocurrido 24 mil 712 delitos de alto impacto y que en enero de este 2020 van 32 asesinatos, siete secuestros y ocho feminicidios, según datos de los manifestantes.
Claro que la crítica para el partido convocante no se hizo esperar, pues se trata de una organización que se salvó de desaparecer gracias a la alianza que hizo con el PAN y con el cual cogobernó dos años.
Lo menos que se comenta de los perredistas es que están en las últimas y tienen el reto no de ganar, sino de alcanzar el número mínimo de votos que exige la ley para conservar su registro.
Por eso se comenta que la marcha de ayer fue casi como un acto desesperado del PRD para llamar la atención y que la gente se acuerde de que todavía existe.
Lo dicho, este año preelectoral es político.
Y esto, apenas comienza.
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