No más violencia, alto a los secuestros, ya basta de feminicidios, que se acaben las desapariciones, ni una más. Estas y otras fueron las consignas de millones de mujeres ayer.
Reclamos, exigencias, demandas y hasta ruegos se escucharon en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.
Pero esas han sido las consignas de mujeres en los últimos meses porque los secuestros, las desapariciones, los asesinatos y otras agresiones se han ido acentuando.
La llegada del nuevo gobierno, que está a unos días de cumplir su primer año, no ha significado la mejora anunciada en cuanto a que las calles sean seguras para las mujeres.
Las cifras siguen ubicando a Veracruz en los primeros lugares a nivel nacional en asesinatos de mujeres, en agresiones contra ellas y en desapariciones.
Los datos oficiales han sido publicitados hasta el hartazgo, pero ni así se ha hecho evidente la acción oficial para terminar con el problema o al menos para disminuir la incidencia.
Por eso las constantes marchas y manifestaciones, las protestas en las calles, en las redes sociales, en los medios electrónicos y en los impresos, en los parques y en las plazas públicas.
Son dramáticos los casos de madres que llevan hasta quince años buscando y esperando que aparezcan sus hijas.
Pero nada sucede.
Tal parece que el dolor de las familias veracruzanas que han perdido a una hija no llegara a los oídos del gobierno.
¿Tendrán que resignarse a que ni siquiera haya justicia?
¿SEDESOL, Y EL COMBATE A LA POBREZA?
Además de inseguridad y violencia que afecta a todos los veracruzanos hay un amplio sector que padece pobreza y falta de empleo.
La comparecencia del secretario de Desarrollo Social Guillermo Fernández Sánchez tiene que ver con los millones de pobres que hay en el estado.
Por como venían dándose esas comparecencias que tienen el propósito de detallar lo que está haciendo en cada rubro el gobierno de Cuitláhuac García, se esperaba que la de ayer fuera en el mismo tenor.
Pero algo ocurrió que hasta diputados de Morena se quejaron de la manera en que no contestaba los cuestionamientos el funcionario.
Siempre ha sido lógico que legisladores de oposición en el Congreso local cuestionen y se quejen tanto del gobierno como del funcionario compareciente, pero fueron varios los morenistas que se quejaron.
Hasta parecía que se habían puesto de acuerdo para que después de cada respuesta del secretario de Sedesol se escuchara a varios diputados decir que sus preguntas no fueron contestadas.
Hubo quienes le repitieron los cuestionamientos y ni así recibieron las respuestas concretas a las preguntas directas.
Entre los datos que se han hecho públicos, está por ejemplo que en 2008, eran pobres 5 de cada 10 veracruzanos, es decir, el 51.2% de la población. La proporción es ahora, 6 de cada 10, es decir aumentó a 61.8%.
Pero la pobreza extrema también subió de 16.8 a 17.7%. El aumento se dio sobre todo a partir de 2010, durante el gobierno del priista Javier Duarte, hoy preso.
Mientras, el funcionario repetía como queriendo convencer a los legisladores que “no hay nada que ocultar, no venimos a simular nada, venimos a hacer trabajo de fondo, a hacerlo bien”.
“Venimos con otra forma de ver las cosas…” y así transcurrió la comparecencia de quien debe tener la consigna de combatir la pobreza y acabar con ella. Faltó escuchar lo que se ha avanzado en ese sentido.
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