Con el mundial de futbol 2018 que se juega en tierras rusas, ningún candidato tendrá ya la atención de los ciudadanos que gustan de este deporte, y menos los días cuando juegue la selección de México. Sin embargo, sí puede influir si gana o pierde sus partidos; si es triunfo, los mexicanos incluso pueden olvidar momentáneamente agravios y la derrota radicaliza ánimos de animadversión. Véase, por ejemplo, las reacciones de júbilo que hubo tras ese triunfo histórico del seleccionado mexicano sobre la campeona Alemania, la barredora que hace cuatro años en la final masacró a la poderosa Brasil 7-0. El gol del delantero Irving “El Chucky” Lozano materialmente hizo cimbrar a México y lo mantuvo en vilo el resto del partido en espera de que mantuviera esa ventaja o, como ha sucedido en otras ocasiones, el adversario pudiera alcanzarlo y terminar goleando al equipo mexicano. No sucedió eso esta vez y logró esa increíble victoria que los aficionados anhelaban. De inmediato, ayer mismo los candidatos a la Presidencia de la República enviaron mensajes de felicitación a los jugadores por ese triunfo, como si eso pudiera ganarles simpatías y abonarle votos, que no es tal, aunque no hacerlo si puede restarles simpatía en cierto sector de esa misma afición.
Lo cierto es que muy pocos están atentos a lo que puedan decir José Antonio Meade, Ricardo Anaya, López Obrador o Jaime Rodríguez, pues la atención se centra en el desempeño del equipo mexicano, sus próximos adversarios a los que enfrentará en esta fase, la alineación que pueda presentar el técnico al siguiente partido, lo que se diga de ellos en el país o el extranjero, los escenarios si gana o empata sus próximos compromisos, y en fin, todo girará en torno al futbol, nada de política, de manera que ésta queda relegada hasta terminar el mundial o la continuidad del seleccionado nacional en octavos o cuartos de final, o su eliminación. El último partido de esta fase será el 27 y, ese día precisamente, termina toda actividad de proselitismo electoral en el país, por la veda de 72 horas previas a la elección del próximo primero de julio. ¿A qué candidatos favorece si México sigue teniendo un buen desempeño en el deporte más popular del mundo? ¿O el ánimo o desánimo no influirá en las urnas? Cuestión de esperar, sobre todo porque muchos ciudadanos se dejan llevar por sus emociones y lo reflejan en sus actos. Esperemos.
RARA DETENCIÓN DEL EX FISCAL LUIS ANGEL BRAVO
+++Como se esperaba que sucediera de un momento a otro, ayer se confirmó la detención del ex fiscal general del estado, Luis Ángel Bravo Contreras. Lo extraño es que sucedió en la Ciudad de México, a la salida de un restaurante, según las primeras versiones. Resulta raro porque el abogado sabía que tenía una orden de aprehensión en su contra por presumible delito de desaparición forzada e, incluso, había una recompensa por cinco millones de pesos a quien aportara datos para su localización, lo que supondría candidez de su parte andarse paseando a la vista de todos en la capital del país. Ya se sabrá qué fue lo que pasó. A Bravo se le atribuye participación en el caso por el que están detenidos sus ex colaboradores Gilberto Aguirre Garza, exdirector de Servicios Periciales y la ex delegada de la Policía Ministerial en Xalapa, Carlota Zamudio Parroquín, en el caso de ocultamiento y alteración de pruebas de 13 de 19 cadáveres localizados en la barranca La Aurora, de Emiliano Zapata, uno de los cuales fue llevado hasta Alto Lucero, donde se simuló haberlo encontrado. Ese cuerpo sin vida pertenecía a David Lara Cruz, elemento de la Secretaría de Seguridad Pública, desaparecido el 12 de enero del 2016, después de ser privado de su libertad por miembros de su propia corporación, cuando salía de las instalaciones de Evaluación y Control de Confianza de esa Dependencia. Ahora, Bravo Contreras deberá responder a esas acusaciones que se le hacen y que también alcanzan al ex gobernador preso Javier Duarte.
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