Aunque el PAN perdió la gubernatura, esto no significa que los panistas consideren que deben permanecer pasivos ante el próximo cambio de su dirigencia y menos que se alejen de la política, al contrario.
Están tan activos que el actual presidente del CDE José de Jesús Mancha acaba de separarse de su cargo para estar en condiciones de participar en la contienda interna por un segundo periodo.
La convocatoria es emitida por la Comisión Estatal Organizadora para la elección del CDE, el periodo de recolección de firmas de apoyo inició desde el pasado 18 de septiembre y concluirá hasta el próximo 7 de octubre, cuando se recibirán las solicitudes para el registro de planillas que participarán en la elección interna del 11 de noviembre.
De acuerdo con los propios panistas, la presidencia interina recaerá en Omar Miranda, actual secretario general, ya que Carlos Valenzuela solicitó licencia para cumplir con sus funciones como diputado federal.
Ya en el proceso interno pasado Julen Rementería, hoy senador de la República, impulsó para la dirigencia al exdiputado local Domingo Bahena Corbalá.
Platican panistas que en esta ocasión Julen volvería a intentar hacerse de la dirigencia partidista pero que el grupo de los Yunes no dejará que lo desbanquen.
A pesar de que Miguel Ángel Yunes Márquez perdió la pasada elección estatal se mueve en pos del CEN panista y para ello, como se ha comentado, se prepara con su equipo y con el respaldo de su papá, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Del exalcalde de Boca del Río ya circularon imágenes en un estudio fotográfico para estar listo para el arranque de la campaña interna y se ha dicho que de no lograr la presidencia por lo menos buscaría la Secretaría General del CEN albiazul.
Y como era de esperarse, el actual grupo en el poder no está dispuesto a dejar el control partidista que se van a disputar con el de Julen y con el del sur del Estado.
Sobre Mancha hay voces a favor y en contra, pues mientras unos lo defienden porque presuntamente contribuyó a ganar la gubernatura hace dos años, otros le critican que no pudo hacer una buena operación política para ganar en junio pasado, cuando Morena arrasó en casi todo el Estado.
Al tuxpeño le pesa también la alianza que hizo con el PRD y las posiciones de gobierno que tuvo que ceder el PAN sacrificando a panistas que se sentían con derecho de estar, por ejemplo, en la Secretaría de Gobierno.
Se quejan albiazules que los perredistas más que ayudarlos se convirtieron en un lastre que aún hoy les pesa.
Aseguran que Acción Nacional prácticamente se convirtió en la tabla de salvación para el Partido de la Revolución Democrática, porque sin la alianza de la elección de hace dos años los del Sol Azteca hoy no existirían.
Por lo pronto, está en pleno la disputa por la dirigencia estatal albiazul, cuyas repercusiones van a llegar hasta la futura bancada de Acción Nacional en el Congreso local, donde Sergio Hernández la tiene difícil para repetir como coordinador de la nueva bancada.
El Verde se alía con quien le conviene
Según el presidente del Partido Verde en Veracruz, Marcelo Ruiz, su instituto político es libre y autónomo y no olvida sus raíces y por eso no descarta hacer alianza con Morena.
Como es harto conocido, el PVEM se ha aliado con el PRI y con el PAN, según le ha convenido, dependiendo cuál de esos partidos estén en el poder.
Hoy el ganador es Morena y por eso y porque desde Chiapas el marcan la línea a los verdes veracruzanos plantean la alianza con el partido de Andrés Manuel.
Tan es así que el propio Ruiz Sánchez recordó ayer que las alianzas se hacen siempre y cuando sean “en beneficio de los ciudadanos”, como cuando históricamente hicieron alianza con el PRI y apoyaron incluso al PAN cuando Vicente Fox fue candidato.
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