/ miércoles 8 de abril de 2020

Rocío Nahle en complejo petroquímico

Ahora que a pesar del Covid-19 siguen vigentes los nombres de los posibles candidatos para la sucesión estatal, llama la atención lo sucedido en Coatzacoalcos con una de ellas.

Lo comenta Luis Carriles en Aguas Profundas, su colaboración que se publica en El Sol de México.

Resulta que la secretaria de Energía, Rocío Nahle, estuvo en los complejos petroquímicos de ese puerto sureño, cosa que no tendría nada de extraño, pues su cargo se lo permite.

Lo que llama la atención es lo sucedido en ese lugar durante su visita, como lo narra Carriles en su columna.

De entrada comenta: “No, es en serio. En Coatzacoalcos, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, es considerada casi como un semidios en Pemex, de verdad. En el pueblo casi desierto las historias de “la Inge”, como le dicen, menudean y la última de ellas es enorme”.

El columnista agrega: “Se metió cuatro horas a la oficina de la subgerencia de recursos humanos de los complejos petroquímicos, acosó al subgerente y al gerente, se dice que literalmente los puso contra la pared y les reclamó porque habían recortado de la plantilla a un grupo de ingenieros que ahí trabajaban, todos ellos son, por supuesto, sus amigos.

“¿Qué originó el desastre? Bueno, pues el director de Pemex Etileno decidió deshacerse de 50 ingenieros con 15 a 30 años de experiencia, les suspendió salarios y prestaciones y se armó el lío.

“... Lo que nos cuentan es que la funcionaria federal después de poner como trapo a los departamentos de Recursos Humanos preguntó cuándo los regresaban a trabajar y pues la respuesta que recibió fue, más o menos, en el tenor siguiente:

“Vamos a pasarle esto -la petición- a la Dirección General -no se sabe si a la de Pemex TRI o a la de Pemex- para que ellos tomen la decisión. Usted no nos puede obligar porque no es nuestro mando jerárquico superior, somos una empresa productiva del Estado mexicano. Les avisaremos a los involucrados en cuanto se tenga una noticia al respecto, gracias por su visita, adiós.

“Y pues de nuevo la bronca. Dicen en Coatzacoalcos que lo mínimo que les dijo es que ella era la presidente del Consejo de Administración de Pemex, entonces la tenían que atender a ella y a quien ella determinara. La respuesta fue la misma, la operación del complejo es responsabilidad del director general, no de su CEO; su jefe o superior jerárquico es el director o el director general”.

Hay otros detalles en lo narrado por Carriles, quien hace la siguiente anotación: “El estilo Nahle choca con el de Pemex, nunca un secretario de Estado había discutido las plazas de trabajo de sus amigos con la subgerencia de Recursos Humanos, uno supondría que con llamar a dirección general se arreglaría todo, pero no, el conflicto con Octavio Romero Oropeza no va bien. Nada bien”.

Curiosa, la forma de actuar de una mujer cercana a Andrés Manuel.

Opine, comente e informe.

rvalle@diariodexalapa.com.mx

www.diariodexalapa.com.mx

Ahora que a pesar del Covid-19 siguen vigentes los nombres de los posibles candidatos para la sucesión estatal, llama la atención lo sucedido en Coatzacoalcos con una de ellas.

Lo comenta Luis Carriles en Aguas Profundas, su colaboración que se publica en El Sol de México.

Resulta que la secretaria de Energía, Rocío Nahle, estuvo en los complejos petroquímicos de ese puerto sureño, cosa que no tendría nada de extraño, pues su cargo se lo permite.

Lo que llama la atención es lo sucedido en ese lugar durante su visita, como lo narra Carriles en su columna.

De entrada comenta: “No, es en serio. En Coatzacoalcos, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, es considerada casi como un semidios en Pemex, de verdad. En el pueblo casi desierto las historias de “la Inge”, como le dicen, menudean y la última de ellas es enorme”.

El columnista agrega: “Se metió cuatro horas a la oficina de la subgerencia de recursos humanos de los complejos petroquímicos, acosó al subgerente y al gerente, se dice que literalmente los puso contra la pared y les reclamó porque habían recortado de la plantilla a un grupo de ingenieros que ahí trabajaban, todos ellos son, por supuesto, sus amigos.

“¿Qué originó el desastre? Bueno, pues el director de Pemex Etileno decidió deshacerse de 50 ingenieros con 15 a 30 años de experiencia, les suspendió salarios y prestaciones y se armó el lío.

“... Lo que nos cuentan es que la funcionaria federal después de poner como trapo a los departamentos de Recursos Humanos preguntó cuándo los regresaban a trabajar y pues la respuesta que recibió fue, más o menos, en el tenor siguiente:

“Vamos a pasarle esto -la petición- a la Dirección General -no se sabe si a la de Pemex TRI o a la de Pemex- para que ellos tomen la decisión. Usted no nos puede obligar porque no es nuestro mando jerárquico superior, somos una empresa productiva del Estado mexicano. Les avisaremos a los involucrados en cuanto se tenga una noticia al respecto, gracias por su visita, adiós.

“Y pues de nuevo la bronca. Dicen en Coatzacoalcos que lo mínimo que les dijo es que ella era la presidente del Consejo de Administración de Pemex, entonces la tenían que atender a ella y a quien ella determinara. La respuesta fue la misma, la operación del complejo es responsabilidad del director general, no de su CEO; su jefe o superior jerárquico es el director o el director general”.

Hay otros detalles en lo narrado por Carriles, quien hace la siguiente anotación: “El estilo Nahle choca con el de Pemex, nunca un secretario de Estado había discutido las plazas de trabajo de sus amigos con la subgerencia de Recursos Humanos, uno supondría que con llamar a dirección general se arreglaría todo, pero no, el conflicto con Octavio Romero Oropeza no va bien. Nada bien”.

Curiosa, la forma de actuar de una mujer cercana a Andrés Manuel.

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