/ sábado 14 de julio de 2018

Sólo cinco exalcaldes denunciados; ¿Chendo Pelayo buscará más amparos?


Sólo cinco ayuntamientos, según el Orfis, no solventaron las observaciones que recibieron sobre el manejo de la cuenta pública del año 2016, por lo que los exalcaldes fueron denunciados penalmente.

Habrá que ver hasta dónde resultan efectivas esas denuncias o si ocurre lo que ya hemos visto muchas veces, que los señalamientos se quedan en el archivo y los exmunícipes huyen con lo robado.

El monto de las observaciones alcanzó los 108 millones 339 mil de pesos, que no pudieron o no quisieron justificar el exalcalde Salomón Cid Villa de Acultzingo; Héctor Manuel Hernández Sangabriel, de Coacoatzintla; Adriana Maass Michel, de Cosamaloapan; Rafael Díaz Argüello, de Cosautlán de Carvajal, y Manuel Rosendo Pelayo, exalcalde de San Andrés Tuxtla.

De acuerdo con la información del propio órgano, había ocho ayuntamientos más pendientes de solventar montos diversos que sumados a los cinco denunciados alcanzaron los 220 millones de pesos.

Por lo pronto Cid Villa, de Acultzingo, quedó a deber 443 mil 403 pesos, Hernández Sangabriel, de Coacoatzintla, no reintegró ni justificó 219 mil 204, Maass Michel, de Cosamaloapan, fue denunciada por 89 millones 457 mil 796, Díaz Argüello, de Cosautlán, dejó un pendiente por 1 millón 607 mil 694 y Rosendo Pelayo, de San Andrés, tiene un adeudo de 16 millones 664 mil pesos.

Todos los casos ya están en manos de la Fiscalía General del Estado, que aún encabeza Jorge Winckler, y dependerá de éste darle seguimiento a las carpetas respectivas y proceder contra los exalcaldes, si es que no han huido del estado o del país.

La velocidad y certeza con que actúe el fiscal va a dar pie para que vayan a la cárcel esos exmunícipes o sigan libres disfrutando de lo que se llevaron.

Claro que no son los únicos problemas de esos exalcaldes. Ahí está el caso de Rafael Díaz, quien en diciembre pasado fue señalado por la entonces alcaldesa electa de Cosautlán de intentar dejar basificados a un gran número de trabajadores de confianza.

En el caso de Acultizingo, el exalcalde Salomón Cid abandonó el cargo por miedo en 2014 y fue llamado el síndico Cándido Carrillo, quien se negó a sustituirlo, luego llamaron al alcalde suplente Gildardo Martínez Vázquez, quien tampoco quiso asumir la presidencia.

Tiempo después retornó Cid Villa.

El de San Andrés Tuxtla es otro caso que ha llamado la atención porque el exalcalde Manuel Rosendo Pelayo ha estado en medio de la polémica desde antes de dejar el palacio municipal para ser candidato a diputado federal por el Partido Verde, elección que perdió el domingo primero de julio, quedando rezagado en el tercer lugar.

Cuando andaba en campaña Manuel Rosendo acudió al juzgado tercero de distrito en Veracruz para solicitar un nuevo amparo por una denuncia interpuesta por la paraestatal Liconsa, que lo requiere por una deuda de más de 2 millones de pesos.

Por esos días se comentó que Chendo promovió el juicio de amparo 173/2018 ante la jueza Marisol Barajas Cruz, pues estaba denunciado por los acuerdos que hizo cuando fue presidente municipal y dejó una millonaria deuda por la compra, distribución y venta de 600 mil bricks de leche, mismas que dejó de pagar, pues no las registró pero sí las vendió y las cobró. Se dijo incluso que no fue uno, si no que promovió cuatro amparos.

Otro señalamiento que recibió Rosendo Pelayo fue de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que detectó un presunto desvío de más de 42 millones de pesos por obras suspendidas durante el gobierno que encabezó en San Andrés Tuxtla. Unas quedaron inconclusas.

La información publicada hablaba de que el ente fiscalizador de la Cámara de Diputados dio cuenta de esa observación y señaló que el ayuntamiento que encabezó fue omiso ante algunos señalamientos para que aplicara de manera correcta los recursos.

Eso no es todo, porque el ingeniero Rosendo Pelayo también ha sido señalado por un presunto desfalco al erario municipal que alcanzó los 100 millones de pesos.

Ahora se suma la denuncia que presentó el Orfis en contra del exmunipícipe y excandidato perdedor ante la FGE por los16 millones 664 mil pesos que no solventó.

A ver si lo encuentran.

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter@renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.


Sólo cinco ayuntamientos, según el Orfis, no solventaron las observaciones que recibieron sobre el manejo de la cuenta pública del año 2016, por lo que los exalcaldes fueron denunciados penalmente.

Habrá que ver hasta dónde resultan efectivas esas denuncias o si ocurre lo que ya hemos visto muchas veces, que los señalamientos se quedan en el archivo y los exmunícipes huyen con lo robado.

El monto de las observaciones alcanzó los 108 millones 339 mil de pesos, que no pudieron o no quisieron justificar el exalcalde Salomón Cid Villa de Acultzingo; Héctor Manuel Hernández Sangabriel, de Coacoatzintla; Adriana Maass Michel, de Cosamaloapan; Rafael Díaz Argüello, de Cosautlán de Carvajal, y Manuel Rosendo Pelayo, exalcalde de San Andrés Tuxtla.

De acuerdo con la información del propio órgano, había ocho ayuntamientos más pendientes de solventar montos diversos que sumados a los cinco denunciados alcanzaron los 220 millones de pesos.

Por lo pronto Cid Villa, de Acultzingo, quedó a deber 443 mil 403 pesos, Hernández Sangabriel, de Coacoatzintla, no reintegró ni justificó 219 mil 204, Maass Michel, de Cosamaloapan, fue denunciada por 89 millones 457 mil 796, Díaz Argüello, de Cosautlán, dejó un pendiente por 1 millón 607 mil 694 y Rosendo Pelayo, de San Andrés, tiene un adeudo de 16 millones 664 mil pesos.

Todos los casos ya están en manos de la Fiscalía General del Estado, que aún encabeza Jorge Winckler, y dependerá de éste darle seguimiento a las carpetas respectivas y proceder contra los exalcaldes, si es que no han huido del estado o del país.

La velocidad y certeza con que actúe el fiscal va a dar pie para que vayan a la cárcel esos exmunícipes o sigan libres disfrutando de lo que se llevaron.

Claro que no son los únicos problemas de esos exalcaldes. Ahí está el caso de Rafael Díaz, quien en diciembre pasado fue señalado por la entonces alcaldesa electa de Cosautlán de intentar dejar basificados a un gran número de trabajadores de confianza.

En el caso de Acultizingo, el exalcalde Salomón Cid abandonó el cargo por miedo en 2014 y fue llamado el síndico Cándido Carrillo, quien se negó a sustituirlo, luego llamaron al alcalde suplente Gildardo Martínez Vázquez, quien tampoco quiso asumir la presidencia.

Tiempo después retornó Cid Villa.

El de San Andrés Tuxtla es otro caso que ha llamado la atención porque el exalcalde Manuel Rosendo Pelayo ha estado en medio de la polémica desde antes de dejar el palacio municipal para ser candidato a diputado federal por el Partido Verde, elección que perdió el domingo primero de julio, quedando rezagado en el tercer lugar.

Cuando andaba en campaña Manuel Rosendo acudió al juzgado tercero de distrito en Veracruz para solicitar un nuevo amparo por una denuncia interpuesta por la paraestatal Liconsa, que lo requiere por una deuda de más de 2 millones de pesos.

Por esos días se comentó que Chendo promovió el juicio de amparo 173/2018 ante la jueza Marisol Barajas Cruz, pues estaba denunciado por los acuerdos que hizo cuando fue presidente municipal y dejó una millonaria deuda por la compra, distribución y venta de 600 mil bricks de leche, mismas que dejó de pagar, pues no las registró pero sí las vendió y las cobró. Se dijo incluso que no fue uno, si no que promovió cuatro amparos.

Otro señalamiento que recibió Rosendo Pelayo fue de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que detectó un presunto desvío de más de 42 millones de pesos por obras suspendidas durante el gobierno que encabezó en San Andrés Tuxtla. Unas quedaron inconclusas.

La información publicada hablaba de que el ente fiscalizador de la Cámara de Diputados dio cuenta de esa observación y señaló que el ayuntamiento que encabezó fue omiso ante algunos señalamientos para que aplicara de manera correcta los recursos.

Eso no es todo, porque el ingeniero Rosendo Pelayo también ha sido señalado por un presunto desfalco al erario municipal que alcanzó los 100 millones de pesos.

Ahora se suma la denuncia que presentó el Orfis en contra del exmunipícipe y excandidato perdedor ante la FGE por los16 millones 664 mil pesos que no solventó.

A ver si lo encuentran.

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