Cuando el gobierno de Donald Trump anunció imponer unilateralmente un arancel de 25% al acero importado de México, naturalmente que en Veracruz se volteó a ver a Tenaris-TAMSA, la empresa de origen italiano que produce tubos de acero sin costura y emplea a cinco mil trabajadores, por el temor de que la afectación fuera grave y, de entrada, se anunciaran recortes en su plantilla laboral.
Incluso un dirigente local empresarial pintó un escenario catastrofista para esta factoría. La medida sí la efecta, en parte, pero el daño no va a provocar despidos de personal sindicalizado ni de confianza ni la siderúrgica baja su producción. Lo que sí dispuso es una estricta política de ahorro para reducir sus gastos. ¿Por qué la afectación no es grave? El corporativo de Paolo Rocca tiene diversificado su mercado, y la producción de un millón 200 mil toneladas anuales de tubos de acero sin costura lo distribuye en 80% en los cinco continentes, parte del cual va al mercado estadounidense, y 20% se queda en México para cubrir pedidos de Petróleos Mexicanos y las empresas que recién incursionan en este sector con la adjudicación de contratos a partir de la reforma energética, nicho éste en el que, a pleno desarrollo, también observa una buena perspectiva. Hay normalidad en la empresa, y aparte mantiene sus inversiones de ampliación que para este año pudieran ascender a seis mil millones de pesos para hacer frente a la demanda de la industria petrolera mundial. Su director de Relaciones Públicas, Gerardo Cárdenas Hernández, ha informado que no debe haber intranquilidad, TAMSA es una empresa sólida que sigue operando al 100% de capacidad y mantiene sus ventas e incursiona en otros segmentos, tal como sucede en la industria automotriz del país para quien elabora partes y refacciones. La turbulencia del norte movió el barco, pero dista mucho de poder hundirlo.
EL DAÑINO CACICAZGO DE JAZMÍN EN LOS TUXTLAS
La nuera de Jazmín Copete Zapot, Kristel Hernández Topete, es la candidata a diputada local por la coalición PAN-PRD-MC en el distrito XXIV de Santiago Tuxtla. Es la esposa de Argenis Vásquez Copete, alcalde de Santiago Tuxtla, hijo de la diputada local y candidata al Senado de la República; la pareja sentimental desde hace muchos años de la señora Copete, el exsenador Arturo Hérviz Reyes, es alcalde de Ángel R. Cabada, es decir, toda la parentela en cargos públicos. Claro, se dirá que han ganado con el voto de los ciudadanos, pero con una democracia a modo, pues desde el poder tienen manga ancha para seducir, castigar o alentar a los electores. Vea usted, ayer, en la cabecera municipal la señora Kristel realizó una marcha por calles del centro de la ciudad. Delante de ella iba una camioneta con sonido en alto volumen promocionándola, y a su lado decenas de mujeres y hombres acompañándola. Lo interesante es que la mayoría de ellos eran empleados municipales, claro en domingo que es día libre, y policías vestidos de civil que, aquí sí, no puede ser creíble que estuvieran en día franco. Estos cacicazgos no pueden ser sanos. Las personas no están de acuerdo, pero se sienten atemorizados por represalias si no los apoyan. Cuentan, por ejemplo, que en comunidades donde el voto ha sido adverso para los Copete no hay obras, y sí aunque sea poquito en donde han obtenido triunfos electorales. ¿Qué pasa? Sencillamente que no hay organización de vecinos para asumir los costos de una decisión al momento de votar, y al mismo tiempo exigir a las autoridades que han sido electas a cumplir con sus deberes legales, sin distinguir filiaciones. Ese caciquismo mantiene a Santiago Tuxtla y a Ángel R. Cabada en el descuido y abandono, y quien dude puede acudir y observar cómo están sus calles, los servicios públicos, los caminos y las condiciones de vida que hay en las comunidades rurales. Todo un caso el de los Copete en esa bella zona del sur del estado de Veracruz.
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